Decoración algo ajada. Mesas algo juntas. Cubertería, vajilla, cristalería, mobiliario,... sencillos. Servicio de vino justo (lo abren, te lo dan a probar, te llenan las copas... y punto). Temperatura del vino algo elevada. Carta con varios Riojas y Riberas de Duero de los conocidos y poco más. Sólo he mirado a fondo los tintos. Del resto, todavía había menos referencias.

Almuerzo para 3. De entrantes:
- Mejillones a la marinera (9,-€) - Bien la salsa. Algo correosos los mejillones.
- Ancas de rana (12,-€) - Aunque son congeladas, frititas y con ajo y perejil están ricas.
- Virutas de jamón de bellota (16,-€) - Correcto. Acompañado de pan con tomate.

Nos han puesto unas aceitunas mientras llegaban los aperitivos.

Platos principales:
- 2 entrecot a la plancha (17,-€/ud.) - Buen punto. Uno de ellos con algo más de grasa de la deseada. Han puesto una tacita de sal maldon para que cada uno se la pusiese a su gusto. También nos han ofrecido mostaza antigua, que hemos rechazado.
- Ravioli relleno de carrillada (16,-) - Muy sabroso. Tierna la carrillada y buena la salsa. Acompañado de patatas panadera fritas.

Un par de botellas de agua de 1/2 l. (2,-€/ud.), una botella de Señorío de Cuzcurrita 2005 -la última botella y, además, fuera de la carta- (33,-€) y otra de Gran Colegiata Crianza 2003 (21,-€). Un par de cafés (1,30€/ud.) y un refresco (2,15€).

Carta bastante tradicional. Buenas raciones. Buen ritmo en la salida de los platos. Bastante mejor los platos fuertes que los aperitivos. Servicio muy correcto. Algo caro para mi gusto. Buen sitio para los que busquen algo tradicional.

Local para fumadores. Dispone de terraza exterior.

Totalmente de acuerdo con comentarios anteriores,bien calidad precio,carta de vinos justita pero bastante seleccionada,buen servicio del vino.
Cocina de mercado con toques creativos,producto de buena calidad.

Andreu estas en todo.El Baccus esta mas que bien por el precio recuerdo un "Bacalla" hecho a la manera tradicional muy interesante Y lo que tu dices la carta de vinos esta al dia en precios y en variedad.Hace casi un año que no voy(lo descubri a traves de una reseña de Capel en El Pais) pero volvere para recordar el buen sabor de boca que me dejo.

Se califica como "Casa de comidas-café". Agradable y confortable lugar, cálido y bien decorado. La cocina de mercado de siempre, puesta al día con toques creativos y vistosos. El resultado presenta equilibrio entre aciertos y ligeras decepciones, pero bien. Servicio atento y amable. Atípica y variada carta de vinos, con referencias nacionales muy interesantes. Cava de vinos, buena cristalería, servicio y precio correctos (Riscal Sauvignon 10€, Santa Rosa 98 25€). Interesante lugar, nada destaca demasiado pero todo el conjunto equilibrado, se está muy bien. 35€ sin vino.