Hemos disfrutado en este restaurante de Frankfurt. Muchas veces al ir a restaurantes con aspiraciones aqui en Alemania, salimos bastante decepcionados por la comida, pero en este caso, buena materia prima y elaboraciones. Local acogedor, con buena separación entre mesas. Comenzamos a cenar a las 22:30!!! (cosa rara en Alemania que acepten entrar tan tarde. No nos metieron prisas en ningún momento, ni fuimos los últimos en marcharnos) El servicio correcto y muy atento. Todos hablaban inglés, aunque la carta esta solo en alemán. Se ofrecieron a traducir si lo necesitábamos.
La carta no es muy amplia, 3 o 4 platos a elegir en el menú, mas algunas sugerencias del día en una pizarra. Tomamos un muy rico steak tartar, que se complementaba con helado de pepino (además de los habituales ingredientes), dando una frescura muy agradable al plato. Luego tomé un filete de Charolais sobre unas lentejas. Las lentejas al dente, con un suave toque de curry que no dominaba, la carne sabrosa y en su punto. Apio y un puré, creo que de castañas completaban la elaboración. Mi acompañante tomó bacalao, el plato tenía buen aspecto y creo que también lo disfrutó. De postre una crema catalana con piña en distintas preparaciones. Muy bueno. Buenos cafés también para terminar.
En el apartado vinos, la carta tiene una extensión correcta y suficientemente variada. Además, tenían de todo lo que pedí!! Tienen una parte de wine-bar, donde hay unos 10-12 vinos por copas, mientras esperamos, tomamos una copa de fino Lustau y otra de Champagne Egly-Ouriet (muy rico y de agradecer tener un buen Champagne por copas). Luego bebimos un Saint Joseph 2004 de Pierre Gonon, servido a buena temperatura y decantado. La cristalería mas que correcta. Se nota un claro interés por el vino entre los propietarios. Creo que han abierto hace poco, ánimo y a seguir así. Si paso por Frankfurt otra vez, repetiré.
Total 135€, 2 personas. 1 fino, 1 Champagne, vino, 1 entrante, 2 principales, 1 postre y café.