Este restaurante tiene dos caras, al medio dia es restaurante de menus, muy economicos y que te sientas con gente desconocida en la misma mesa.. muy ruidoso y llenisimo.. y luego por la noche.. ponen velas, manteles bonitos y está mas vacio y es muy romántico..

Nosotros fuimos a cenar dos veces, la verdad es que los platos todos geniales y muy bien de precio.. Tomamos Carpaccio, Bistecca a la fiorentina (error mio no pedir muy cruda y me la pasaron demasiado), filete con salsa de ceps.. fantasticooooooo, Surtido de entremeses...y los postres buff.. tienen un surtido de pasteles caseros ..que es para morirse.. yo me pedi un día un pequeño plato de degustación de varios.. y a cual mas riko...En cuanto a vino, tomamos el recomendado de la casa.unos 12 eur la botella y estaba bien.. Sitio ideal para ir a cenar y poder charlar tranquilamente..