Restaurante situado en el Barrio de Triana en primera línea del Guadalquivir. Precisamente su emplazamiento, provoca que sea muy visitado por toda clase de turistas, lo que condiciona de forma muy importante la orientación y oferta del negocio. La Carta es relativamente corta y no especialmente atractiva y su lectura ya da un claro indicio de lo que uno se va a encontrar: una cocina tradicional, sencilla, ofreciéndose en algunos casos platos, más propios de bar que de restaurante propiamente dicho. Existe, la posibilidad en muchos de ellos, de optar por pedirlos en forma de medias raciones. La vajilla es sencilla con unos platos de dimensiones reducidas, más apropiados para un postre que para un plato principal.
Cuando el tiempo lo permite, lo que ocurre con frecuencia en Sevilla, ponen mesas , con servilleteros de papel, en el exterior, que al menos permiten deleitarse visualmente con la contemplación del Guadalquivir y su Torre del Oro.
Con motivo de nuestra visita, degustamos las siguientes viandas: Olivas, Tortillitas de Camarones (1/2 Ración),Gambón plancha, Champiñones plancha, Acedias (1/2 Ración) y Chuletitas de Cordero de palo. Nada destacable ni nada especialmente criticable, salvo el tema ya expresado de poner servilletero de papel. Para beber, una Botella de Agua y 1/2 Beronia Crianza. A mi modo de ver, el precio pagado (35€ comensal) resulta algo elevado para lo que se ofrece al comensal.
Por tanto, se puede afirmar que se practica una cocina que cumple el expediente, sin que se aprecien especiales esfuerzos de fidelizar a un cliente, que la mayoría de las veces se encuentra de paso y opta por probar atraído por su buena ubicación junto al Puente de Triana.

Local típico andaluz, situado en una de las calles con más ambiente de la ciudad, donde o bien puedes tomar una cañita o un fino, disfrutando de alguna ración en los toneles de la entrada o pasar al comedor interior.

Nosotros optamos por el comedor, aunque cenamos a base de raciones, como el propio titulo indica pedimos tortillitas de camarón las mejores que hemos probado en Sevilla con diferencia, una muy buena fritura de pescado fresco (1/2Kg) y un queso manchego realmente bueno, todo acompañado a base de cañitas.

Cubertería, mantelería y coperío de batalla, en el comedor aprovechan el espacio al máximo, me imagino que en verano hará bastante calor en el interior.

Conclusión, buena materia prima, pero mejor para una una caña con una ración que para una comida extensa.