Restaurante situado en la subida al Naranco con muy buenas vistas sobre la ciudad de Oviedo especializado en carnes a la parrilla. Servicio atento y profesional, buena distribución de la sala con separación de zona para fumadores. Cubertería y vajilla simplemente correctas. El pan muy flojo, era domingo aunque esto no debería ser escusa hoy en día. La carta de vinos muy clásica aunque con algunas referencias interesantes, servicio del mismo flojo. Pedimos Abadia Retuerta Sardón del Duero 2006, siempre una buena opción, rico. De entrantes ensaladas y pastel de cabracho, normalitos ambos. De plato principal, en la carta recomendaban bonito, que tomé a la parrilla, buena materia prima pero para mi gusto con escaso acompañamiento (solo unas patatas) y algo reseco. Pude probar unas costillas, buenas y por los comentarios de mis acompañantes buenas carnes, aunque también, como en mi caso, algo faltas de jugosidad. No tomamos postre. Copa de px. En resumen, sitio a mi gusto simplemente correcto, lo mejor, las vistas de Oviedo desde el Naranco.