En la bonita población de Agaete y en la zona de puerto hay varios locales para comer. Elegimos este por el buen comentario en Verema más reciente y el cambio de dueño tras el mal comentario más antiguo; también el tema de que sea el local de cofradía de pescadores parece que atrae más que otros.

Hay dos partes una en la zona baja de la calle donde están los baños y una parte de comedor más la cocina; el comedor principal está en alto cubierto con cristaleras que permiten ver la zona del puerto y hasta la playa de piedra.

Allí nos sentamos cerca de la cristalera en una mesa ancha para los cuatro con manteles de papel duro donde reposan las cartas plastificadas y en las que se aprecian gran variedad de opciones sobre todo de productos de mar como cabe esperar. El servicio fue bastante eficaz y de buenos consejos; el ritmo de platos de cocina fue lento teniendo en cuenta que éramos muy pocas mesas.

Para beber y tras una muy recomendable caminata por el paseo marítimo optamos por tinto de verano, copa de vino blanco seco de Bodegas 35 y un par de jarras (medio litro) de una buena y refrescante cerveza de presión.

En la comida viene sin pedir el pan (casi ni se tocó) con alioli. La comanda incluyó:

. papas arrugadas con mojo: no pueden faltar nunca. Bien.

. tacos de pescado: cherne: muy bien rebozados y fritos sin aceite; ración amplia pensada para compartir entre dos o más; recuerdan un poco los tacos de cazon (pero sin adobo) andaluces. Muy bien.

. sardinas fritas: pequeñas para ser fritas enteras y poder comer hasta la raspa. Bien.

. mixto de pescado x 2: el burro salmonete breca berrugardo y rodajas de pulla de altura: fritos enteros con más o menos espinas pero sabrosos y especiales. Ración muy abundante y una lástima que no pedimos un poco menos de tiempo al fuego. Más que bien.

Se me olvidó pedir lapas que vimos pasar y que parece que es uno de los platos más demandados, cuando hay.

. rematamos con sorbetes de mango y cafés con hielo para una sobremesa viendo salir el ferry del puerto, recapitulando las comidas de la semana y eligiendo lugares y platos que más gustaron; todos coincidimos que lo mismo en Valencia hubiera costado bastante más y que en pocos sitios encuentras pescado tan diferente y fresco como hemos encontrado en este viaje que va acabando...

Tienen un genero muy fresco y eso se nota en la cocina, tomamos de entrada unos longorones, pescadito frito típico de allí un , sancocho de pescado excelente, con gofio y papas arrugadas, de segundo una sama a la plancha que quitaba el hipo. Regamos la comida con un malvasia bermejo seco excelente, un vino de D.O.lanzarote.

LLegamos con expectativas por las referencias aportadas y se nos cayó el alma al suelo cuando nos encontramos lo que nos encontramos...
Local con instalaciones anticuadas y faltas de limpieza sobre todo en los servicios.
No podemos salvar nada de lo que comimos. Ensalada mustia que supongo prepararían por la mañana y meterían en la nevera para que no se estropeara ??? gofio, ropa vieja de pulpo y alioli para tirar a la basura. Y de pescado, los señores no tenían, ¡en el Puerto de las Nieves!, más que pescado frito variado que por supuesto no aceptamos. Pedimos algún pescado para hacer a la plancha y nos trajeron lo único que tenían, unas rodajas de medregal ?? absolutamente resecas. No entiendo cómo pueden servir tan deficiente producto en un entorno ideal para tener un material de primera.
¡Ah! la paella no la pedí porque ví pasar los platos amarillos con toneladas de colorante...
De vino nos sirvieron un malvasía seco de Lanzarote, no recuerdo la bodega que no estaba mal.
Tampoco sé como un "veremero" de Las Palmas pudo recomendarnos semejante "antro".