Hace tiempo visitaba bastante a menudo el Beirut King que se encuentra cerca de la Avenida de Aragón. Las vistas a la gasolinera eran deplorables pero esta cocina me parece muy interesante y los precios muy asequibles.
Después de más de dos años sin visitar este restaurante, encontramos esta nueva "sucursal" en pleno barrio del Carmen. Un pequeño local al que asciende por medio de unas escaleras, a un comedor decorado de forma sencilla pero con cierto gusto, lo que te hace sentir a gusto, sobre todo si puedes escoger una de las mesas de las ventanas, desde las que observas el bullicioso barrio del Carmen.
Escogimos el menú degustación que por la noche cuesta 13,5€ e incluye 8 preparaciones y postre. No incluye la bebida ni el café. Esta cocina ha de gustarte, como es nuestro caso, elaboraciones especiadas, corderos muy bien trabajados y salsas interesantes. El postre de pistacho sobre un bizcocho almibarado siempre me ha gustado y, al hacer tanto tiempo que no lo comía, me ha vuelto a encantar.
El servicio del vino es bastante flojo, las copas dejan bastante que desear y la carta de vinos es escueta y algo falta de chispa, pero bueno, tampoco creo que se le pueda pedir demasiado más a este local y estos precios.
El servicio es amable, no demasiado profesional pero muy servicial. No me acaba de gustar la velocidad vertiginosa a la que te sirven los platos, pero si les vas diciendo que aminoren la marcha, siguen tus indicaciones y puedes comer más sosegadamente.

Un buena opción a un precio muy bueno.