Como si de una peregrinación se tratara, allá vamos, cada día, una hora de paseo desde el hotel para desayunar en este mágico lugar... Nuestro momento favorito del día, el desayuno... una única mesa grande de madera se sitúa en el centro del acogedor y pequeño local... un mundo de maravillosa bollería y espectaculares panes se abre ante nosotros.
Todo son productos biológicos!!!
Zumos, croissant, panes de una y mil formas, harinas, semillas, frutos secos, etc... sus mermeladas, su impresionante crema de avellana, la de cacao amargo, la miel, la mantequilla, sus frutas frescas, los huevos, sus ensaladas... su maravilloso aceite de oliva virgen extra de arbequina ( tunecino!!!), su increíble café-crème, los inigualables tés de Mariage-Frères...
Compartir el desayuno con familias francesas, solitarios viajeros, gente de negocios, estudiantes, jubilados... es una maravilla!!!
Aquí nos sentimos como 2 niños.
También se puede venir a comer o cenar. Muy ricas sus ensaladas!!! y muy bien de precio para estar donde estamos.
Es una franquicia, una idea maravillosas, y que ahora copian infinidad de gente en todo el mundo... pero este local tiene, para nosotros, algo mágico.
Eso sí, Elia ya hace panes tan buenos o más que los de aquí.
Tomamos casi siempre el desayuno completo, a 12e