Local agradable en el centro de Santiago, muy bien ubicado y, pese a ello, no orientado al turisteo. No es un sitio en los que acomodarse horas y horas en una cena suculenta con mantelerío de tela, sino donde degustar vinos desconocidos (sobre todo para quienes vamos de fuera de Galicia) y productos de calidad, especialmente quesos y embutidos. Servicio agradable y muy atento, tomamos una degustación de cinco quesos gallegos (todos muy interesantes y diferentes), pulpo al sansimón (un queso gallego) y una especie de chorizo gallego con queso (como véis, amantes del queso). Postre también casero. Además al final, en la zona de vinoteca, adquirimos vinos del país y nos atendió directamente Beiro, el dueño, muy agradable nos explicó muchas cosas al respecto. Un sitio recomendable para degustar vinos menos habituales, con buena RCP y productos de la zona, especialmente quesos y embutidos. Muy recomendable.

La verdad es que, supongo como a todos los que podais leer esto, me gusta comer bien, me gusta beber bien, probar en restaurantes nuevos y volver donde me han tratado bien. O´Beiro es uno de esos sitios.
Lo conocí hace años en mi primer "Camino de Santiago" y aunque seguramente no sea el mejor sitio de la capital gallega, para mi es visita obligada año tras año.
Pepe, el dueño, es un artista. Eterno aspirante a jubilado no se marchará jamás, porque le gusta el vino y la charla como al que más. Conoce el vino y a la gente, y sabe engatusar a la clientela como el mejor. Hay que dejarse aconsejar un poco y luego exigirle un poco más. Lo mejor es que nunca te va a apretar demasiado el bolsillo en las copas. Luego tú puedes gastarte lo que quieras en la gran variedad de vinos que tiene de todas las denominaciones (nacionales).
Me gusta picar aquí. La cecina riquísima. Pasa a espectacular con el queso de tetilla. El ahumado de nota. Por no hablar del queso de "nabiza" curado entre granos de centeno 18 meses (cuando lo dejan y no se los quitan de las manos). Qué delicia cortado en lascas.
Los embutidos para probarlos todos. Cosa fina. Y los pimientos de piquillo: rellenos de perdiz, de chipirones... Buenísimos.
Un rincón en uno de las mejores ubicaciones posibles a un paso de la plaza del Obradoiro donde se puede pasar un rato muy agradable.
¿Una pega? El servicio, aunque muy bueno, varía mucho de unos años a otros. Sin embargo siempre sigue siendo, para mí, parada obligada. Un placer...