Lastimosamente, el Gula cambia su concepto de restauración, quizás influido por la reciente apertura de otro establecimiento frente a éste, más grande y con más tirón. El caso es que se han sustituido las tapas, por platos, ofreciendo unas 6 o 7 primeros y misma cantidad de segundos...

Ahora la anteriormente excelente tapa de Rabo de toro con espuma de patata se hace pesado, reiterativo y caro. Como desgraciadamente algunas otras elaboraciones. Ofrecen asímismo un menú del día que para de vez en cuando no está mal.

Una pena el giro. El vino sigue siendo la gran ausencia... como en toda córdoba.

Bar de tapas nuevo, de estilo moderno, colores vivos más bien tirando a minimalista pero en estilo rústico... renovado, ero no de diseño. Mesas ppequeñas pintadas en rojo, paredes en verde llamativo. Bien puesto pero sin muchos recursos. Escasas mesas.

Lo mejor, sin duda alguna, la comida. Tapas modernas muy bien elaboradas, a buen precio, muy sabrosas, bien presentadas: Rabo de toro con espuma de patata (espectacular, 4e), arroz meloso, salmorejo con puntillitas de calamar, pisto con huevo a baja temperatura, bacalao con crujiente... realmente una muy buena reinterpretación de platos típicos.

Una grata sorpresa. Vale la pena.

Comimos 4 tapas y un postre más 4 cervezas dobles por 24 euros. Creo que ajustado el precio para la calidad de la materia prima y elaboración de los platos