Fuimos a celebrar un cumpleaños a este restaurante, hece tiempo me habian hablado muy bien del mismo y de su calidad de materia prima en la cocina, asi que nos decidimos a ir a probarlo. El comedor sobrio peo agradable, comodo y con distancia entre mesas, la carta simple sin grandes alardes, y la carta de vinos clásica, muy clásica, y como decía mi compañero sin cuidar la temperatura de servicio. Viendo la carta y la recomendaciones todo llamaa a pedir una buena carne, me decidi por el solomillo, el resto entrantres al centro y un principal. Mi carne estaba correcta, pero ni mucho menos de esa calidad que tanto me habian hablado. Conclusión, bien porque la oferta de la zona es débil pero con esfuerzo muy mejorable.

Restaurante de hotel situado en la avenida de la Constitución en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz. Decoración clásica pero agradable, recibidos con un pequeño aperitivo,pedimos a la carta. Comida correcta, no entusiasma, ni tampoco las parrillas o asados, que se supone la especialidad del local, el servicio del vino, si bien fue servido demasiado caliente, pedida una cubitera para enfriarlo, la trajeron sin problemas y estuvieron pendientes de su servicio y conservación. Tres entrantes, un plato para cada cada uno de los seis comensales, sin postre, pero con café y copa, 38 euros por persona. No es puede decir que caro, pero tampoco es como para repetir.