Es un restaurante pequeño, bien decorado y sobre todo descata por su maravilloso servicio y su exquisita comida.

Sin duda es el mejor Italiano con diferencia al que he ido y además su precio es muy asequible (unos 20 euros por persona).

La cantidad de los platos es más que suficiente. Sin duda su especialidad es la pasta y sobre todo la salsa que le añaden, la cual induce a acabar con las reservas de pan del restaurante.

Son atentos y cuidan mucho las formas.

Muy recomendado.

Cuanto se agradece encontrar una buena trattoria, un atento servicio, un lugar cuidado en su decoración, en su carta y por supuesto en la mesa.

Dispone de una dos terrazas y un salón el cual disfruté, una decoración moderna, acogedora y tranquila, con techos altos lo cual favorece la acústica ambiental. La carta de vinos, dado lo complicado de Alcalá, puedo decir que más que aceptable, buenos precios, disfruté con un Moscato más que digno, bien servido con corrección en copas y temperatura. El matre nos informó a la perfección de las sugerencias, con una explicación más que acertada de cada plato, lo cual ayuda al comensal en su decisión, disponen de pescados, carnes y una selección de pastas (en grano, integral, cocción lenta, rápida ...), todas caseras, ricas, ricas. La Pizza tambien recomendable prevaleciendo el sabor de los ingredientes -naturales-, bien equilibrada. Las ensaladas al mismo buen nivel.
Diría que es uno de los mejores italianos de la capital, a un sobresaliente precio ~ 25€ persona y vino. Cuanto se agradecen estos sitios donde se come también y te tratan mejor.