Repetimos a consecuencia de una comida familiar, y quizás en esta ocasión, se disparó un tanto la cuenta, a consecuencia de pedir más entrantes, más comida, que si tostadas de pan con tomate, vino Marqués de Cáceres (12,50 €), y demás. Eso sí, como fruto de la exageración al pedir, sobró bastante comida, tanto ternasco, como patatas, y eso que siguen estando excelsos ambas, que no por sencillez, se le ha de restar mérito. La carne sigue siendo magnífica (57 € de un kilo y medio), las madejas, los riñones, o incluso el pulpo (13 la ración doble, que en realidad por tamaño era una sencilla, la simple debe ser poco mas de una tapa), que nos chocó encontrarlo en la carta, y decidimos probarlo.
En caso de animarse con los entrantes iniciales, que si longaniza, que si panceta, etc. Conviene tirar a la baja a la hora de pedir las carnes.
Toda la vida teniendo el colegio al lado, y he ido a descubrir el sitio a los años.
Típico asador de carretera, ternasco de primera calidad a la brasa (por kgs), embutidos que no los probaba tan bueno desde las matanzas que hacían mis tios, jarrica de vino y su imprescindible gaseosa. Bastante buena la panceta, lo mismo que madejas, riñones (un gran fallo hacerlos quitándole la grasa) y morcilla. Todo brasa (salvo las madejas), servicio a ratos un poco lento, y otros excesivamente agolpado, es el problema de que esté tan concurrido, aunque en lineas generales correcto y amable.
La sala de no fumadores es más restaurante propiamente dicho, la de fumadores, más "informal". Carta de vinos corta, predominio de la región, no muy caros. En festivos hasta los topes (imprescindible reservar).
Precio junto con una ensalada de centro, y una bandeja de patatas fritas caseras, alrededor de 25€ con postre y cafés.
Como anécdota, empezó hace décadas como carnicería, donde comprabas la carne por kgs, y si querías te la hacían a la brasa al lado, hasta el Rte de hoy en día.
Quizás no merezca un viaje de propio o desviarse mucho para ir, pero si viene de camino o eres de aquí, compensa la visita. El mayor problema su emplazamiento que obliga a ir en coche.