Pues nuestra experiencia no fue tan positiva. Para empezar es una lástima que el local esté tan descuidado, manchas por las paredes, algunos desconches de pintura... no me cebaré en esto.
La cocina, más bien flojita. El foie que rezaba en el subtítulo del ravioli con setas resultó ser un infame paté. EL pato con moras... las moras las detecté prácticamnte por via retronasal. Y, efectivamente, el fondo de ensalada es aburrido, demasiado abundante.
En cuanto a la bodega, buena selección, especialmente syrahs.

Local sencillo de decoración minimalista reducida básicamente a una espectacular estantería con botellas de vino en la entrada del local. El espacio es quizás algo frío si no fuera por la música de fondo (generalmente muy buen jazz) que acostumbran a poner y que crea un ambiente algo más cálido. Personalmente me encanta la propuesta culinaria de este restaurante ya que entramos en un mundo de ensaladas varias (insisto: varias y variadas!), carpaccios muy recomendables y pescados marinados que ahora que nos adentramos en épocas de calor intenso apetecen particularmente. Cierto es que la carta es limitadita y les cuesta cambiar los platos, no obstante es una propuesta diferente sobretodo cuando estas empachado y cansado de comer siempre lo mismo. Referente al vino, se nota que les gusta y que tienen curiosidad e interés por descubrir cositas nuevas. En conclusión, el restaurante es agradable, mejor entre semana que un sábado, y los dos chavales ganan a ser conocidos.

Propuesta nueva, original, diferente y sugerente!
Después de mas de 5 visitas, mi opinión personal, es muy buena!
Excelente relación calidad-precio!
Local moderno, agradable y acogedor, ideal para cenas, cocina nada recargada, ni pesada, bodega original y bien nutrida, con gran cantidad de Shiraz de diferentes denominaciones y procedencias.
Sin embargo, coincido con el comentario de Fombe, la rotación de platos y nuevas incorporaciones en este tipo de cartas, es fundamental, de lo contrario en 4 visitas, has probado toda la carta y este es un local de los de repetir y por lo tanto muy susceptible de caer en este error!
Innovación y renovación, sin descuidar la calidad y mantener intacta la filosofía original de este local, es mi única recomendación!

EL problema de shiraz es su escasísima rotación de platos de la carta, algo para mi fundamental. No es malo tener una carta corta lo malo es tener siempre la misma. Además el fondo de las ensaladas es el mismo en todas, lo que hace la comida muy aburrida. Tiene una par de platos con gracia, como el canelón de setas, alguna ensalada, las picaditas propias, y el local es agradable, pero tiene que acostumbrarse a cambiar la carta con cierta frecuencia.
El servicio de vinos es bueno, buena copería, carta aceptable y bien conservados.

Original restaurante con omnipresencia de la colección de vinos en sus estanterías como decoración, cocina difícil de describir por la complejidad de sus platos, la mayoría a base de verduras, con la consiguiente dificultad para encontrar el vino convergente. Buen servicio y cristalería correcta sin ser la más adecuada.