Restaurante Barbacoa Monserrat en Monserrat
Restaurante Barbacoa Monserrat
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
22,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
22 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
4.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
3.0
Comida COMIDA
5.7
Precio medio entorno ENTORNO
4.7
RCP CALIDAD-PRECIO
7.5
Opiniones de Barbacoa Monserrat
OPINIONES
3

Está en la carretera justo antes de la entrada a Monserrat, y por tanto tiene la estética de este tipo de locales, de nave.

La sala es rectangular, y las brasas quedan a la vista nada más entrar. Se encuentran acristaladas, por lo que no emanan calor ni olor pese a lo que esperábamos. Sin embargo, lo primero que me vino al entrar es un aroma que me transportó a mi infancia, y es ese olor a pan tapado con servilleta de hilo. Sutil, embriagador, emotivo...
Estos espacios tan abiertos hacen difícil la decoración, que en este caso se reducía a un par de cabezas de jabalí y tres jamones colgando que no conseguían el esperado efecto rústico.

Encargamos una decepcionante paella. La leña no transmitió ni cumplió su cometido. Las verduras son precisamente el chivato de esto. Con los ingredientes que debe tener, pero sin el sabor esperado. Demasiado arroz por otra parte y falta de otras "cosas", seguramente de un buen caldo. Lineal.

Se pidió como entrantes sepia, que no lo era, un extra de frutos secos de los que te sacan de inicio, y unas fuentes con embutido y chuletas de cordero.

La sepia era potón, tacos, o mejor dicho, cubos. Muy mal.
Las almendras y cacaos si los fríes bien son adictivos, ni que decir tiene.
El embutido era morcilla, muy buena, crujiente. Y la longaniza, de buen tamaño en cuanto a longitud y grosor, aspecto más bien de salchicha, muy bien hecha también, buena.
Las chuletas son las que dan fama al local y era por lo que yo había oído hablar de él. Y bien, parece buen género pero las he comido mejores sin duda. Creo de todas formas que algo más torrás hubiesen mejorado.
Te sacan los entrantes con pan de kilo rebanado y tostado, y tomate rallado ¡de bote! y alioli ¡de bote!. Aún así se demandó una más, siete éramos.

En cuanto a vinos, tienen carta, clásica y pienso que adecuada, y viendo uno de esos almanaques que te llevas a casa, cuentan con una bodega que debe estar en el sótano.
Por las copas que sacan para su servicio, declinas cualquier pretensión. El servicio es pésimo, te traen la botella descorchada a la mesa, no diré nada sobre descapsular por arriba del gollete porque esto lo he visto hasta en alguno de mucho más nivel, y te lo dejan tal cual. Menos mal que no hay pilares y pude ver como la abrían en la barra. El vino era un Angosto 2009 con un margen más que razonable.

Se bebió también una jarra de cerveza, agua de litro y unas cuantas cocacolas.

Mezcla de postres caseros e industriales. Tarta de calabaza que estaba muy buena, y helados de turrón. Generosas raciones.

Un par de cortados y un pan, que se empeñaron en llevar las mayores para casa, completaron la cuenta.

Camareros jóvenes y amables sin estar demasiado pendientes porque son muchas mesas. Estaba a parir.

Excursión familiar con miembros que hacía tiempo no veíamos, estuvimos a gusto que ya es.

Enorme local de los de toda la vida, con decoración muy sencilla y ningún lujo. Ambiente muy familiar, así como el trato. Como estaba medio vacío, cenamos más que cómodamente.

Cena para 7 a base de ensaladas, pan con y sin tomate, carne a la brasa (chorizo, morcilla, cordero, ternera) con allioli y, creo recordar, algo más que se me ha olvidado por influjo del consumo excesivo de vino :-D No sé las ensaladas, pero la carne estaba para chuparse los dedos. Ya desde la entrada olía de maravilla. Nos pusimos a reventar.

Trajimos el vino de casa. Las copas, muy sencillas, de las del hipermercado.

Local muy recomendable para comidas informales por su ambiente familiar y precios más que moderados. Eso sí, el vino y las copas, de casa ;-)

P.D. El pobre Vadevi pilló una indigestión de aupa... ;-P

Local amplio donde su especialidad consiste en chuletas a la brasa, muy buen embutido casero y paellas elaboradas a leña.
No se trata de ningún lujoso restaurante ni tampoco se puede hacer referencia a ningún local que llame poderosamente la atención, pero si se desea comer una paella a leña nada despreciable se puede acudir con la seguridad de una buena relación calidad precio.
He visitado éste local en multitud de ocasiones; normalmente para cenar donde se pueden tomar unas extraordinarias chuletas, conejo y embutido a la brasa, con ajoaceite casero ó bien pan tostado con tomate. Tambien dispone de solomillo y chuletón de buey nada despreciable
Variedad en cuanto a entradas y algún aunque poco pescado.
Muy corta carta de vinos con algún Rioja y Ribera del Duero y poco más.
Buena relación calidad precio.

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