Rte. Nautilum, te sientan junto al ruidoso buffet, en la misma sala de juego, ves y te ven TODOS, incluido un grupo de 30 turistas que sobre las 00,00h, a tu lado empiezan a explicarles temas turísticos del casino, local ruidoso, constante trasiego de personas a tu alrededor.
Carta corta con nombres que confunden, quisimos iniciar con un enate fermentado en barrica de 19€, no queda, nos lo sustituyen por un vino, zona de alsacia, el precio de 35€, elegimos un Jean León, primera entrada de ibéricos (solicitamos solamente jamón ibérico) viene con pan y tomate, correcto, 2ª, especie de espuma morada de... con..., bacalao, en la que apartamos toda la espuma que pudimos con un fuerte sabor a nata y algo con sabor a marisco indeterminado, 3ª ensalada de atún escabechado en el que el bouquet de ensaladas es el habitual de las bolsas ya cortadas.
Dos solomillos al cabrales (vista la carta solicitamos la salsa aparte), muy finos, pasados del punto que solicitamos y dos rodaballos con su crujiente, el cual sabia a quemado y el rodaballo de sabor insípido.
Los postres para olvidar, lo único que salvamos es el vino seleccionado un Les Terrases.
Para no volver y olvidar, el servicio mal.