Restaurante Reccapolis en Ripoll
Restaurante Reccapolis
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
consultar web
Nota de cata PRECIO MEDIO:
36 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.3
Comida COMIDA
7.6
Precio medio entorno ENTORNO
7.4
RCP CALIDAD-PRECIO
7.7
Opiniones de Reccapolis
OPINIONES
10

Ha transcurrido el suficiente tiempo desde mi última valoración, a pesar de haber estado en más ocasiones para actualizar la misma. Esta vez y al ser día de diario optamos por los platos del día que nos ofrecieron conjuntamente con la carta, es de agradecer que sea así y no tengas que reclamar el menú como ocurre en demasiados restaurantes.
Los platos del menú son platos sacados de la carta aunque supongo que con raciones mas pequeñas.
Aperitivo: copa de cava, pan con tomate y unas lonchas de fuet.
En esta ocasión pedimos los dos el mismo plato, para empezar su ya clásico arroz de txistorra y boletus, bueno y potente de sabor y seguimos con pollo rustido con ciruelas y piñones bueno y hecho sin prisas. De postre natillas caseras y sorbete de limón.
En el tema bodega ha mejorado muchísimo desde la última visita, la carta de vinos viene presentada en una tableta electrónica con clasificación de blancos, rosados, tintos y cavas y champagnes con sub clasificación de las distintas denominaciones de origen y con descripción de la bodega y el cupage de cada una de las referencias, ha multiplicado por mucho las referencias de la bodega.
Tomamos un Intramurs blanco de la DO Conca de Barberà, la temperatura de servicio era demasiado alta por lo que tuvimos que dejar que enfriara un buen rato en la cubitera, el servicio se limita al descorche y primer llenado.
Una botella de 1/2 litro de agua y dos cafés.
Continuo insistiendo en que necesita mejorar la cristalería para estar acorde con todo el servicio de mesa, sería una buena ocasión al haber ampliado la bodega.

Una crema de calabaza de aperitivo para acompañar el cava. Los primeros los compartimos y fueron medias raciones, una ensalada de escarola llena de tropezones (jamón, manzana, granada, menbrillo,pan tostado, salmón, queso) y unas anchoas con pan con tomate. Los segundos un arroz de chistorra y boletus y una perdiz a la vinagreta.Dos cafés para finalizar.
El vino un Etim D.O. Montsant servido a una muy buena temperatura, el servicio del mismo se limitó al descorche.
Los platos servidos con buena presentación en platos correctos, a mejorar la cristalería.
Una sola camarera para dar servicio a todos los comensales, eficiente a pesar de que el servicio mejoraría con un ayudante.
La carta de vinos bastante corta de referencias y con precios bastante hinchados.

domingo sin saber que hacer,y se me ocurre ir a comer a este restaurante que ultimamente se habla bien de el, y no sere yo el que diga lo contrario,estoy de acuerdo en que la carta de vinos es muy corta pero bien en precios,yo tome un Terrasses a 27 euros,es verdad que el servicio es correcto y amable, es cierto que las copas y cuberteria son correctos,tambien puedo comfirmar que la carta no es muy extensa ,pero suficiente y que los platos que pedimos estaban riquisisimos,ahora bien tengo que decir que me esperaba una cocina un poco mas sofisticada. resumiendo es un restaurante que si te encuentras por la zona esta muy bien ,pero para hacer una hora de camino no ,

Fiado de los comentarios de los foreros y ya que tenía que buscar un sitio para comer en esa zona hemos ido este mediodía. Otro restaurante de categoría en un lugar en el que a priori no te lo esperas, siempre es una sorpresa muy agradable. Imagino que es una casa espléndida convertida en restaurante, con todas las habitaciones de la planta baja constituidas en comedores. Decoración de mucho gusto, tanto en las paredes como en los cuadros y cortinas, centros de mesa vegetales muy muy bonitos. Me ha parecido precioso.
Cinco comensales nos decidimos por el ménu cap de setmana (23€), con 3 primeros (canelones de bolets y pesto, tatin de manzana y poma, ensalada de buey de mar) y 3 segundos (entrecot, rape y no recuerdo el tercero) y otro por la carta. Los platos del menú estaban todos muy buenos y de raciones generosas (el entrecot se salía del plato y los 2 filetes de rape de ración eran espléndidos). Por poner un pero el acompañamiento de mi ensalada a base de pimentón ahumado que en mi opinión no aportaba nada al plato y enmascaraba el olor de los ingredientes.
Como detalle antes de los primeros te sacan un aperitivo "contundente" (tapa de lentejas estofadas)con una copa de cava muy rico.
De la carta tartar de salmón y bacalao, muy gustoso, y arroz con bolets y chistorra, plato original y muy sabroso.
Los postres sencillos: flan de huevo, sorbete de limón y macedonia de frutas, lo más flojo.
El pan tampoco destaca, de una variedad y a mí no me complació mucho.
Dos curiosidades de la carta: señana qué platos se pueden considerar vegetarianos y reseñan que sus pesacado están tratados contra el anisakis.
Menaje acorde con la calidad del local y la comida;: en condiciones.
La atención a cargo de una sola camarera que se bastaba y se sobraba. Eso da idea de su profesionalidad. Además era de trato muy correcto y amable.
La carta de vinos merece un aparte, dato ya resaltado en otros comentarios: no tienen muchas DD.OO., pero las elegidas y sus vinos están muy bien escogidos, y además a un precio fenomenal (Tomamos Quinta de Tarsus Crianza de 2004 a 18€ la botella). Mención de la añada y el tipo de vinificación (crianza, reserva,etc...). Un par de vinos franceses y varios champanes, igualmente a un precio muy asequible.
No puedo hablar de la oferta de licores pues luego había que conducir y no catamos.
Café de buena calidad y bien elaborado.
En resumen, un muy buen restaurante en la opinión de todos los presentes, que hemos quedado gratamente sorprendidos. Un sobresaliente para la carta de vinos y sus precios de venta.
La pena es que si no estás pernoctando en Ripoll pues no puedes gozar a tope de la oferta enológica por el tema de la conducción.

La sala está bastante cuidada, de corte más bien clásico. La carta es bastante amplia y la carta de vinos me sorprendió por su gran variedad, dada la zona en la que nos encontramos. Incluso había alguna referencia de vinos franceses.

Tras unas croquetas de entrante y unas lentejas de aperitivo, de primero un foie a la plancha muy correcto y de segundo un arroz de ceps con chistorra. Muy buenos ambos. Acompañamos con un Emilio Moro, para el que nos cambiaron las copas por unas muy adecuadas. La temperatura, perfecta. Eso sí, creo que se les pasó dejar probar el vino. Los precios, sin pasarse. No llegan ni a x2.

De postre, compartimos un soufflé, con una copa de Tokaji.

En resumen, un sitio al que me gustaría volver.

Estuvimos en Ripoll este fin de semana y nos dejamos guiar por los anteriores comentarios. Excelente, era sábado y pedimos menu , a parte del tomate y el super aperitivo de guisantes, disfrutamos con el milfulls de foie i poma y con el entrecot, postres, petit fours y un Prado Rey del 2007 a parte. Mención especial por el buen trato la tranquilidad y las mesas redondas. Repetiremos.

Volviendo de la Cerdanya buscamos un sitio para parar así que buscamos en Internet un restaurante en Ripoll. Para empezar el almuerzo nos tomamos un sorbete de tomate con pan i fuet. Despues viene un potaje de garbanzos muy bueno. De primero pido una sopa con pelota y galets gigantes(tengo que dejar un galet). Y para acabar un entrecot de 25 centímetros con patatas fritas y pimiento. De postre habia brownie, sorbete de limón o macedonia. Yo no pido nada. Y para acabar un poco de chocolate (petit fours). Excelentes.

Tres a comer. De paso. Menu festivo marcado a 23,55 euros IVA incluido. Copita de Aria de Segura Viudas y pan con tomate con fuet de preaperitivo. Aperitivo a base de potaje de garbanzos, finos, pequeños, en su punto. De primero hemos tomado raviolis de ceps, sopa de galets gigantes con pelota (excelente, 8). De segundos entrecot, en su punto jugoso, seguramente carne de Girona o gallega. Acompañan unos pimientitos (7).
Bebemos un Prado rey Crianza 2005. Por 15 euros, una botella y nos regalan una de medio litro. Nos bebemos la de 0,5 y la de 3/4 pa casa. Rojo rubí, lágrima. Aromas a frutas negras y rojas. Regaliza, algun mentolado. Paso largo. Fuerte. Co graduación. Mejora co la tarde. Sorbete de limón, cafes y ratafia Bosch (chupito). RCP de las de antes. Volveré.

Hemos ido a comer hoy 4 personas al Reccapolis. Ahora hacía ya tiempo que no pasaba por allí y la verdad es que tenía muchas ganas. Y no me ha decepcionado. Primero nos han sacado un pan tostado para mojar en tomate rallado y unas lonchas de longaniza muy ricas (como todo el embutido de la zona)con una copa de cava. A continuación el aperitivo el dia que era una especie de crema de escudella (llevaba patata, col, cansalada...) que estaba también muy rica. Yo de primero me he pedido un canelón de jabalí con bechamel trufada que estaba delicioso y de segundo liebre royal también buenísima. Hay que aprovechar que estamos en época de caza, jeje. De postre un clásico: coulant de chocolate con helado de turrón. Café con sus petit fours, como dios manda. Para beber nos hemos bebido una botella de cava l'Origan de la cual hemos dado buena cuenta, por supuesto. Precios de los vinos muy correctos: tienda x 1'5. Y carta de vinos también con bastantes referencias, incluso algún vino francés, champagnes, tokaj... en fin, que hemos comido como reyes. El servicio muy amable. Detalle: cuando han visto que la pequeña Marta (14 meses) se pirraba por las galletitas de los petit fours le han sacado un platito para ella y todo. Y encima me han invitado o sea que ha sido la comida perfecta :-))) Y bueno, el resto de comensales no han comido mucho peor que yo, doy fe. En fin, que espero no tardar tanto tiempo en volver por allí. Muy recomendable!

Desde que conozco el Restaurante nunca me he cansado de hacer una parada, ya es tradición obligatoria. Y es que siempre que visito el Ripolles me gusta comer en este sitio, me siento cómodo, bien atendido, disfruto comiendo y encima a un precio muy razonable. Es una casa antigua rehabilitada como restaurante, el comedor principal esta repartido en dos salas pequeñas con pocas mesas y una buena separación entre ellas, en todo momento se mantiene la intimidad de la conversación, dispone a más de un pequeño comedor privado. Esta vez escogí el Menú, de bienvenida me trajeron “pa amb tomàquet i llonganisa” en una versión mas moderna del clásico catalán con el tomate y la longaniza en vaso y pan en pequeñas rebanaditas, el lugar de untar se moja, muy rico. De aperitivo una Sopa de albóndigas con estrellitas que ayudan a entrar en calor en este frío otoño, de primero Tortilla de Vieras, de segundo Galta de Ternera con “Permantier de Vainilla”, carne muy tierna y melosa con el toque aromático de la vainilla. De postre Kiwi y Naranja al natural con crema de Nata y Canela. Para acompañar escogí un Cava, Agustí Vilaret de Mont-Ferrant. Lo más asombroso es que el precio del menú son 18 euros, y tienes la sensación de comer a la carta, todo y que el precio de esta no se extiende mucho más. ¡¡¡Volveré!!!

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar