Local muy comentado en los años 2009/11 y sin posteriores referencias pero que sigue fuerte en el tema de arroces, hay una notable mejora en la carta de vinos con bastantes referencias de predominio clásico pero algunos guiños modernos; también en las opciones, aparte de arroces, de comidas.

El local sigue en la misma ubicación de calle estrecha sin salida y sin visibilidad del local hasta que estás en la misma puerta; la entrada deja recepción y cocina a la derecha para dar paso a una sala amplia, muy luminosa (interesante pedir mesa junto al ventanal) con buenas vistas a los campos de entrada a la población con una buena perspectiva algo sobreelevada, y al fondo una ampliación del comedor. Mesas bien vestidas con buenas copas, cubiertos y vajilla de loza blanca; la distribución de las mesas, muchas de pequeños grupos, hacen estar algo juntas más un nivel de ruido algo alto del que en parte nos libramos al estar la mar de bien en una mesa redonda en un rincón . El servicio joven, bien uniformado y bien formado donde se denota que han aprendido oficio. El ritmo de salida de platos de cocina, a pesar de estar al completo, es bueno si bien teníamos encargados los principales.

La carta de vinos es amplia y su servicio está en buena recomendación, aunque ya llevábamos la lección aprendida de la web pero la carta física es más amplia y variada; buena temperatura de servicio bien mantenida por cubo enfriador y cambio de copas entre los vinos. Elegimos primero unos vermuts blancos y tintos traídos ya servidos, siendo los primeros Vermouth La Copa blanco de González Byass en Jerez; los tintos desconocidos aunque creo que eran Martini Rosso; una buena (referida) cerveza artesanal La Lluna y 4 grandes de agua de Benassal más otra pequeña con gas, completaron el inicio de fiesta que se remató con 2 botellas de Heiner Sauer gewürztraminer (24€) y 1 botella de Acústic tinto 2019 del Montsant (23€).

La carta de comidas es bastante amplia y su mayor especialidad y fama en los arroces sin dejar de lado carnes y pescados. Somos 9 comensales y decidimos compartir entrantes al centro y también los principales para probar un poco de todo:

. bravas de la casa: es costumbre desde siempre poner, por cortesía, una versión de patatas bravas hechas a  modo de patatas panaderas y aliñadas como bravas dando un resultado diferenciador con alguna zona tostada muy singular. Muy bien.

. sepia con mayonesa x 2: imitando a las clásicas de Valencia como Goya Galery, buena mahonesa y buen producto un poco al dente. Bien.

. gambas al ajillo x 2: pero no solo con ajillo sino también con ajetes y habas. Muy bien.

. zamburiñas x 9 piezas: bien por amoldarse al número de comensales estando las volandeiras bien hechas y un poco menos aliñadas de lo esperado. Bien.

Un poco de pan (cobrado como servicio) y unas aceitunas variadas buenas (por cortesía de la casa) dieron paso al encargo de cumplidas raciones de:

. arroz con gamba roja, ajetes y alcachofas x 3: sobre una paella una tan fina capa que no cubría la base (¡vaya manía de poner un recipiente extra grande para que parezca mejor!). Ennegrecido por la alcachofa, con bastante buena base y tropezones y finalizado con las gambas, abundantes y poco cocidas (afortunadamente), en plan decoración sobre la superficie. Muy bien.

. gazpacho manchego x 5: gran cazuela con más carne (predominio de ave) que pasta, buen sabor de fondo, pelín pasada de sal que compensaba (intensificaba sabor) en parte un poco la falta de punch picante de fondo; en cualquier caso sobresaliente. La ración de casi repetir todos y hay necesidad de encargo previo porque no está en carta.

. postres: tartas de queso (2), de ración para no compartir, lleva base de galleta triturada con mermelada de frutos rojos por encima y se nota que es casera. Otros (3) optaron por la tarta Tatín de manzana con helado de vainilla referida como más que bien. Otros (2) por fruta natural que a petición, fue solo piña cortada. Finalmente también hubo (2) sorbetes de mango bien como se esperaba.

Tres cafés finales más un cremaet bien preparado y sobre todo una larga, larga sobremesa sin presión ya que hacía tiempo que no nos reuníamos, para acabar con la promesa de vernos antes de fin de año y recuperar el tiempo perdido. Amen.

Repetimos en el restaurante pero esta vez para cenar.
Nos confirma las sensaciones de la primera vez e incluso las mejora, lugar tranquilo, agradable, cuidada iluminación y trato exquisito, un ambiente sin duda con encanto.
Ya habíamos probado los originales arroces del mediodía así es que decidimos probar que tal por la noche.
Cena consistente en entrantes de gambas al ajillo y alcachofas con foie además de unas deliciosisimas patatas bravas que por cierto, fueron cortesía de la casa. De plato principal bacalao y solomillo, muy correctos y de postre mousse de chocolate, muy bueno.
De beber tan solo cerveza pero un buen detalle es que mi mujer pidió una copa de vino blanco para el pescado y tuvieron el detalle de abrirle una botella en perfecto estado de temperatura para ella.
Precio aceptable, buena comida, buen trato y ambiente delicioso.
Definitivamente, volveremos.

Llego al restaurante recomendado por un familiar, mi primera impresión es buena, un lugar sencillo y con buén gusto, cuidado, limpio y con estilo.
La comida muy buena, buena calidad y buen precio en su justa medida, aunque siempre hay un pero; no tienen carta y bajo mi punto de vista es un fallo, siempre me gusta ver y saber que vale todo lo que he decidio comer. Al preguntar por la carta, me explican que están apunto de irse d vacaciones y que no tienen, explicación que a mi entender, resulta un tanto extraña, el segundo pero aparece cuando pido la cuenta, ademas de cobrar lo que pedí mas el iva, me cobran un extra de 3€ como servicio de mesa por los dos comensales que eramos, al preguntar por el motivo de este cobro me explican que es por el aperitivo que voluntariamente me sirvieron, algo que pense que era obsequio de la casa y por el mantel, cosa que a día de hoy todavía no entiendo la explicación.
Valoración general: Me gustó, pero hubieron ciertos detalles que podrían hacer que no volviese más.

Solemos ir a este establecimiento de Lliria. En la última visita tomamos calamar plancha (excelente), croquetas de pollo, muy buenas y mejillones, plenos de sabor, como entradas.
Después un magnífico arroz de mero, ajos tiernos y alcachofas, magnífico de punto y muy sabroso.
De beber, Pago de Capellanes.
Volveremos sin duda.

Establecimiento que exteriormente pasa desapercibido, apenas un pequeño rotulo que casi no se vé y primera visita fiado en los comentarios del foro de Verema: el resultado ha sido bueno. Local de lineas modernas sin estridencias, buenos entrantes (mejillones al vapor y gambas al ajillo ) y excelente el arroz que me sugirieron: con alcachofas, ajetes y langostinos. Servicio de vino correcto y buenos postres y cafes. La RCP es muy aceptable para el nivel del restaurante. Volveremos.

Fuimos mi mujer y yo a probar el arroz. Vuelvo a decir que estaba muy bueno, pero prefiero el Mediterraneo. Lo acompañamos con unas croquetas y boqueros fritos muy buenos ambos. Terminamos con un coulan de chocolate también muy rico y cafes.

En cuanto al vino, descubrímos una joya, Acustic, de la D.O. Montsant, que nos pareció genial, y económico 15€.

Para volver.

Estuve este fin de semana en Lliria visitando unos amigos y me llevaron al restaurante MES QUE ARROS. Al entrar nos atendieron muy amablemente y nos dieron una mesa al lado del gran ventanal. Nos tomaron nota aconsejándonos los mejillones al vapor. Aceptamos y, sinceramente, acertamos pues estaban para chuparse los dedos.

Nos sirvieron un vino blanco que no había visto nunca y que se llamaba Viña costosa. Estaba buenísimo y pontenció el sabor de los mejillones, tal y como nos indicó la camarera.

Tomamos unas cosas riquísimas con sabor a bacalao y unas croquetas caseras de ibérico. Eso nos abrió el apetito. Posteriormente nos trajeron una paella para 3, que luego resultó que sobraría, pues era GIGANTE. Soy de Barcelona, aunque llevo 10 años yendo a Valencia por trabajo y la verdad es que posiblemente fue una de las mejores paellas que he probado nunca.

Para finalizar comí el coulant de chocolate. Nada que objetar pues estaba riquísimo.

En cuanto al precio, mis amigos NO me dejaron pagar, por lo que no sé cuanto costó, pero ellos no son personas que despilfarren así como así. Por tanto entiendo que no debía de ser caro.

Volveré SEGURO !!!
Un saludo.
Miguel

Estuve en este restaurante por primera vez y creo que sera la ultima.
Hace unas semanas fuimos mi mujer y yo, ya que nos habia llegado a oidas este lugar;lo mas importante esque no tenian carta y no puedes saber los precios de lo que vas a comer ademas de ser escasos los platos a elegir.
Comimos un par de entrantes uno de ellos unas gambas (que se supone que eran frescas)permitirme que lo ponga en duda; despues habia un unico pescado y tres carnes;pedimos un entrecotte al punto "demasiado hecho"y una especie de carne de barra de cordero que dejaba mucho que desear.
Para terminar pedimos el famoso sufle coulant(congelado) y encima no les quedaba nada de helado. mi esperiencia no ha sido nada positiva yo no se lo recomendaria a nadie.

El 08.12.09 visite por primera vez el restaurante tras muchos comentarios de gente conocida. La instalación está bastante bien aunque si bien un poco escondido y mal identificado. Lo primero que eche en falta es que no tengan una carta de precios, con lo cual no sabes cual va a ser el importe total de la factura. Eramos 7 y habíamos pedido un arroz del siñoret para 6 puesto que una persona no le gusta el pescado. Ahi surgió el primer problem ya que las opciones de un plato fuerte que no fuera pescado solo se reducian a 3, sin tener siquiera algo de ternera. Los entrantes nos pedimos calamar a la plancha, anchoas y croquetas, todo lo cual estaba bueno. La paella resultó un desastre ya que tenía muchísimo aceite. En los postres vino la siguiente decepción ya que pedimos tarta de queso con arandanos, sirviendonos una tarta de queso pero no tenían arándanos y browning con helado, sirviendolo pero sin helado. Para rematar en la factura no incluyeron 3 cervezas de mas.
En fin una comida desastrosa, no lo recomendaría a nadie.

Aunque ya hace tiempo de la visita a este restaurante... por Marzo, más o menos. Me ha hecho revivir otra vez la agradable comida que nos prepararon en el Restaurante Més que arròs de Lliria. Situada a unos 25 Km por la autovía de Valencia Ademuz, en la entrada cerca de la gasolinera y al lado de la estación se encuentra este pulcro restaurante al cual si sabes a lo que vas, tiene pinta de ser bastante inflalible.
Entradas clásicas pero correctas. Arroces muy buenos, muy buenos... Y carta de vinos con ganas de agradar.
Otro punto a favor la excelente RCP, y su puesta en escena. Muy limpia también; no en vano el local es nuevo.

http://vinsimes.blogspot.com/2009/10/mes-que-arros-pero-quin-arros.html