Hemos vuelto este verano y nos ha gustado mucho mas. Tanto el servicio como la comida ha mejorado bastante. Pedimos tres platos para compartir entre dos. Sachimi de lubina a la vizcaína, combinación sorprendente y muy acertada, faceras de atún (carrilleras) glaseadas con verduras, punto de cocción exacto y sabor espectacular y los chipirones encebollados con salsa Tom yood buenísimos. Todo regado con una botella de Apex y de postre dos gin tonics de G-Vine. Todo por 101€.

Es la tercera vez que como en albedrio,El restaurante es muy acogedor,te puede tocar mejor o peor mesa,depende en que temporada vayas,si es cierto que las mesas de "2" estan algo juntas,pero el ambiente es tan agradable que enseguida te envuelve y olvidas...
el servicio no es muy "profesional",entiendase,comparado con el de los grandes restaurantes,pero es muy calido y cercano, lo que hace que enseguida te sientas un cliente de la casa.
la comida sin duda es el fuerte de estos chicos,el ultimo dia comimos....huevos con migas,chorizo y espuma de ajos asados(creo),exquisitos,los comimos el primer dia q fuimos y ya nunca faltan,despues,fuera de carta, tataki de ventresca de atun a la barbakoa(uno de los mejores platos de atun que he comido nunca, sencillo pero exquisito) y por ultimo un cous cous de txipirones,menos impactante que el anterior,pero una muy buena interpretacion de un cous cous,llevada a los txipirones,(caldito de estos y harisha para que el comensal se sirva al gusto)...con los tres platos a compartir fue mas q suficiente,al menos para nosotros.
la carta de vinos no es muy extensa,pero tiene suficientes referencias como para satisfacer tanto a grandes bebedores como a quien quiera disfrutar de un buen vino a precio razonable.Nosotros sugerimos un "san roman",pero el chico nos propuso que probasemos "astrales",si es que aun no lo habiamos hecho...........fue una excelente idea,el vino esta bastante redondo,y el precio ronda el de san roman o un poco menos.
Para teminar con tan agradable velada,mi chica se decanto por un coulant de pistacho con sorbete de mandarina,yo sin embargo me decidi por una de las 25 referencias de GIN-TONIC que tienen,en este caso blakwoods con tonica sweepes,y una minima cascara de yuzu(citrico japones,nos comento el chico)....sin palabras,soy un amante del gin-tonic y sin duda el mejor que nunca he bebido,servido con mucho cuidado para que la tonica no perdiese apenas gas.
y sin mas concluyo nuestra velada....
el precio.....unos 55 euros por persona (teniendo en cuenta que pedimos un vino de 37 euros)me parece mas que razonable,esperamos volver pronto....

Fuimos el verano pasado y nos gustó mucho aunque lo vimos un poco subido de precio. La comida nos gustó bastante pero no nos cambiaron los cubiertos para el segundo plato ni nos sirvieron el vino, cosa que hace ya cualquier restaurante que se precie. Hemos vuelto el fin de semana pasado y el servicio ha mejorado, están más pendientes de la mesa y cambian los cubiertos. La comida muy buena, de primero pedimos una caballa en salazón sobre una cama de mango aliñado con jengibre, cebollino y cilantro riquísima. De segundo atún estofado con trompetas de la muerte y steak tartar de buey con torta del casar, los dos muy buenos. El postre, un café frapé con helado, no nos terminó de convencer. Pagamos 111€ con una botella Avan Concentración cosecha y dos gin tonics, uno de Citadelle y otro de G-Vine.

Se nota el entusiasmo con el que se hacen las cosas en este restaurante desde el mismo momento en el que entras, pero todos los comienzos son duros y más en un entorno en el que la demanda es pescaito y más pescaito. Me dio la sensación que el chef tiene escuela de fogones de altura. No pude hablar con el por que estaba un poco liado.

Salón pequeño y con mesas algo incomodas. Servilleta de papel. Servicio de sala atento pero no profesional. Se hace lo que se puede con el servicio de vino, con una carta para cubrir el expediente.

La comida estupenda, buen tratamiento del atún en la "hamburguesa", deliciosos los huevos de corral, y una carrillera muy rica, aunque pelin más jugosa estaría perfecta (exceso de salamandra?). Muy cuidada la presentación de todos los platos.

Postres caseros a la altura, mejor el arroz con leche que el chocolate. Es una pena que los postres tan bien presentados como el arroz con leche no se sirvan con bajo plato, sino que lo hacen directamente en la cacerolita, preciosa por otra parte.

Extensa carta de ginebras (Miller, G-vine, y más), dispondran en breve de Fever Tree, y distintos tipos de tes para un final ingles.