Un hotel de 4 estrellas debería aspirar a algo mejor.Ambiente pretendidamente elegante pero frío e impersonal. Cocina del montón, a pesar de los nombres rimbombantes: platos directamente del congelador al microondas pero previamente bañados en aceite. Servicio amable, pero nada profesioal. La bodega, ni saben qué es eso. Para acudir allí sólo en caso de extrema necesidad.
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