Miércoles a la comida del mediodía, calor en Cantabria, rozando casi los 30 grados, con viento sur, que supone en esta tierra una humedad muy baja, sobre 30 a 40 %, lo cual para nosotros nos resulta poco tolerable, reserva previa para 4 personas, nos ubican con gran acierto, en el porche, fuera del sol y del viento, pues el alto muro que rodea al complejo nos protege.

Excelente recepción y vamos matando el calor con una cervezas y un detalle de la casa de aceitunas aliñadas muy buenas, mientras llegan los dos rezagados.

Empezamos ya en faena con un detalle de la casa que consistía en un salmorejo.

Compartimos (éramos cuatro muy heterogéneos en la afición de la comida y la bebida y lo digo por lo solicitado para compartir)

Verduras en tempura: `presentadas de forma muy especial en un bol grande, cada una individualizada con un pincho de madera, con buena variedad y buen nivel de la tempura.

Pulpo, presentado troceado con una crema de patada, con un aceite de calamar y rematado la carne por encima con un pesto muy suave: curiosa presentación y conjunción, la carne del pulpo para mi gusto algo pasada de punto, pero admito que el punto que tenia, es el que le suele gustar a la mayoría de los comensales.

Almejas a la sarten: bien, pero no me sorprendieron ni en el punto ni en la presentación, como era de esperar, entre otras cosas, porque no me gustan sobremanera las almejas. Y

Fabada, si fabada de entrada y con ese día, buen punto de las fabes y buena calidad de lo añadido, quizás un poco falta de punto de sal, pero ya se sabe son manías o hábitos lo del punto de sal, pero este plato en mi criterio precisa más punto y luego ya no coge la sal.

De platos:

Vieras a la plancha, con muy buen punto y presentación, que gustaron mucho a quien las comió.

Cochinillo, deshuesado y presentado, al igual que la vieras: gustó.
Merluza, no recuero con que, ni como y que no puedo dar mas detalles

Ventresca de mero, que fue mi plato, sobre una base de patata panadera, muy buen punto en tan delicada carne, buena calidad y perfecta presentación.

Tomamos tres postres, no recuerdo como se titulaba el mío, que constaba de bizcocho con una crema de queso y chocolate, pero que estaba extraordinario, como para un 10 y con este postre me he desquitado de la mala racha que llevaba últimamente con los postres.

Carta de vinos ya descrita por nuestro compañero Jacomur, en esta ocasión mis compañeros no son de vinos ni con inquietudes por el mismo y solo tomamos una botella del rosado de Pago del Vicario petit verdot de 2010 a 14 euros, para que se asomasen a un rosado distinto al uso. Buen servicio del vino.

Buen servicio de mesa y con aparición en dos ocasiones del responsable de la cocina a interesarse por la evolución de la comida.

Excelente despedida de la responsable de sala.

Lugar que no se cual es la causa, pero no suelo frecuentar, pero tano el entorno, servicio cocina y precio (no se a cuanto ascendió lo comentado, pero en la carta vi precios muy moderados) merecen una visitas al año, por tanto a al capítulo de preferidos a partir de hora.

Es un restaurante cercano a Santillana del Mar y Torrelavega, ubicado en una bonita casona de piedra y tiene también un pequeño hotel, 5 habitaciones.Al frente del mismo se encuentra Fernando Llamosas que ha sido campeón regional de cocineros de Cantabria. Es miembro del Club de Calidad de Cantabria.
Tienen dos comedores interiores y una terraza-porche para el verano. El servicio es atento y profesional. La cristalería, mantelería, vajilla son las adecuadas para un establecimiento de su categoría.
En la carta de vinos encuentras cosas originales para estas latitudes: Mestizaje, Pago del Vicario, Quinta Apolonia, Alonso Quijano, Portos de Nieport, Salón, Cirsion, abundantes Champagnes, oferta copas de vinos dulces para los postres,etc.
Fuimos a cenar 3 personas y tomamos de entrantes: Terrina de foie(16,00), sabroso, untuoso, nos gustó. Y Fundido de queso de cabra(13,00), muy rico. De segundos: 2 de Vieras(18,00), muy sabrosas, eran 4 piezas y Calamares (18,00), con sabor a mar, en su punto de elaboración. De postre: Fresas a la pimienta verde(5,00), originales y muy sabrosas.Torrija(5,00), también muy rica, según me comentaron. y Texturas de chocolates(5,00), gustó a los golosos del dulce.
Para acompañar la cena bebimos: Men de Soto del Vicario (16,00), un Bierzo de cuerpo medio que acompaño muy bién la cena; Agua mineral (2,50); 1 copa de PX (4,00); cafés e infusiones (1,80 pax).

Es una casona antigua de piedra y madera con amplios ventanales. El tipo de cocina es de mercado, clásica con pequeños toques de autor. La materia prima es de lo mejorcito de Cantabria, siempre pescados grandes de mar, a veces los tienen a la vista del cliente, buenas carnes ... Ademas el jefe de cocina, Llamosas, le da unos puntos a los pescados que es impresionante, ese punto jugoso que pocos saben.
Recomiendo las verduras, que las dejan al dente y muy sabrosas, el huevo con foie a la parrilla, la ensalada de bacalao con pisto y pil-pil, los bacalaos tanto con manitas como con setas o el clásico pil-pil, y en las carnes el cochinillo o las carrilleras, dos carnes super melosas con mucho sabor.
Los postres no son nada del otro mundo, pero con su propio merito.
El servicio es correcto, destaco la labor que ha hecho ese joven sumiller con la sala, super educado y profesional, que ha dado varios cambios al comedor. La verdad es que cada vez que vamos nos sorprende con un vino diferente, y a buen precio, se merece mi felicitacion.
Por lo demas se come muy bien y de precio lo correcto, entre 40 y 45 € cada vez que vamos por persona, un lujazo de restaurante.