Restaurante Cal Pinxo - Sitges en Sitges
Restaurante Cal Pinxo - Sitges
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
45,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
49 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
4.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
3.7
Comida COMIDA
4.6
Precio medio entorno ENTORNO
6.4
RCP CALIDAD-PRECIO
4.0
Opiniones de Cal Pinxo - Sitges
OPINIONES
7

También había ido varias veces a este restaurante, y de hecho, esta ha sido la peor con diferencia en todos los sentidos (sobre el lugar me refiero). Comimos en la terraza. Me llama la atención que con la oferta que hay en Sitges y el tipo de gente que va los sabado y domingos no se desmarquen mas sitios con ofertas diferentes. Desde luego, comiendo aqui, si que me siento un poco guiri. apretujados en la terraza, casi poniendole el codo al de la mesa de al lado para servir el vino. Perdimos chipirones y sacaron una fritura regular, y un arroz con verduras, que me sale a mi bastante mejor. Y digo bastante mejor. Conte de verduras, calabacin y zanahoria a diestro y siniestro y algun trocito de pimiento verde (poco) y cebolla la imagino en el sofrito . No habia alcachofa, ni judia verde, ni guisantes, ni pimiento rojo, ni unos champiñoncitos, insulso sin sabor. Mal. Apetece no repetir. Por cierto pedimos un Waltraud 2010, que identifique corcho , cometi el error de no decirlo y cada vez se iba haciendo mas presente, se esta mejor casi dentro que fuera, me toco una mesa que daba al pasillo y estuve dos horas aguantando los bolsazos de todo el mundo que venia a hacer cola para reservar. 50 euros por cabeza, demasiado para comer mal.Me da pena por los buenos recuerdos de este restaurante hace años y tb el de BCN

He ido en varias ocasiones a comer y cenar a este restaurante.
El trato por parte del personal ha sido siempre excelente en profesionalidad y atención.
La comida seleccionada fue:
Las croquetas de marisco buenísimas.
Las almejas a la marinera espectaculares.
La paella de marisco, no tengo palabras.
En fin...me encanta este restaurante.

Este restaurantes está al lado de la iglesia de Sitges y ofrece, según mi punto de vista, una oferta mejor que la de sus vecinos. Es cierto que el precio puede ser un tanto elevado, pero cocina marinera de buena calidad pegado a la playa es lo normal. No es para ir cada vez que vayas a la playa, pero yo creo que si merece la pena probarlo en alguna ocasión.

No habia leido los anteriores comentarios de los veremeros. Yo ya conocia este restaurante pero hacia como tres años que no lo visitaba despues de una mala xp. Tampoco hay excesivos sitios en Sitges para comer decentemente, aparte del Velero. Desgraciadamente cerraron uno que me gustaba ; El Greco.

Cenamos en el interior, pues en la terraza habia mucho follón, pues pasaba una "cercavila" con diablos, petardos, gigantes, justo por delante. Buena atención por parte del personal. Coperio, como alguien ha dicho por ahi, de pena. Tomamos un Petit Caus blanco a 12.50 €.

Picamos unos berberechos al vapor, en su punto de cocción.
Un pulpo a feira, regularcillo.
Unos calamares a la romana. Bien.

De plato fuerte tomamos una fideua negra con almejas. Correcta.

De postre compartimos unos paquetitos de crema inglesa (envueltos en pasta filo) con crema de frambuesas. Bien.

Serán cosas de la crisis, pero note una cierta mejoría respecto a visitas pasadas. Lo que no ví fue mucha contención de precios...

Ah...el IVA aparte.

Acudía la semana pasada con mi familia. Tres personas, 160 euros, sin postres, ni cafe. Caro de verdad. Vinos a precios altos, copas lamentables. Me decanté por este restaurante, al observar que la carta del Mar i Cel (uno de mis preferidos) ya no es, ni por asomo, una carta como Dios manda (cuatro primeros, cuatro segundos y tres postres). No escogí La Fragata, aunque la carta era interesante (un error no haber ido allí). Nada más llegar, tuve que irme casi a la cocina para que me atendieran... no había nadie en el restaurante. La atención del camarero, posteriormente, fue muy correcta. La comida, flojísima. Plato de Jamón (25€) inicialmente bueno, pero luego en los costados nos pusieron jamón que ya estaba rancio (imperdonable). Croquetas correctas y pulpo feira correcto (aunque le faltaba un poco de aceitito). Entrecote bueno y paella de marisco regular, demasiado aceitosa para mi gusto y para nada era paella, sí arroz, pero no paella. Además, el camarero tuvo el 'detalle' de remover el arroz hasta la saciedad antes de servirlo (un fallo imperdonable cuando se sirve una 'paella'). Tomamos un albariño correcto. En definitiva, muy flojito. Todo y ser un día caluroso y con sol, no tenían la terraza llena y menos el interior...por algo será, además de por la crisis, claro...

Estuve la semana pasada comiendo en este restaurante y me quedé con la sensación de haber-me equivocado al elegirlo .Respecto a los vinos quien sea el responsable de marcar los precios que se lo haga mirar , precios de "locura" pedí un Luis Cañas crianza a 21,87€+ iva ¡ increíble¡ pero echando un vistazo a la carta el resto de precios eran desorbitados (x4 o x5) y la cristalería de risa .Respecto a la comida precios altos y dudosa calidad buñuelos, sospechosamente parecidos a los que venden congelados en el MAKRO , calamares correctos, fideuá horrosa simple e insípida , paella de marisco ( 20€ + iva) con el grano pasado aunque bien de sabor , suquet de rape muy justito a 26,22€ , con esos precios creo que se puede pedir muchísima más calidad de la que ellos dan .En resumen se que está pie de playa y en Sitges pero si pago quiero calidad y servicio y ellos está claro que no ofrecen .NO VOLVERE.

Comí una vez. Y nunca más. Restaurante para gente distraída como yo. Y, por lo que vi una vez dentro, restaurante para turistas y grupos de esos que se dejan llevar en manada y a quienes les venden cualquier cosa con puro marketing, o sea, que no se sustenta en nada. Eso es lo que vi en el comedor: grupos. Pastel de cabracho vulgarísimo. La barreja de closcas, navajas y calamares vulgares también, y cara. Las croquetas de marisco no pueden llamarse croquetas sin insultar a mi pobre abuela, o sea, una impostura. Y hablando de imposturas, la merluza a la Vasca cargada de harina y de perejil (era todo ello una masa que más bien parecía espinacas a la crema) merecería una queja formal de Presidencia del Gobierno Vasco a este restaurante, por semejante destrozo. ¡Ah! La merluza. Dudosa, y mal disfrazada con semejante papilla verdiblanca. El rape Pinxo, otra vulgaridad, insaboro. Postres de olvido inmediato. El vino, bien, un Penedés. Como decía, una y no más.

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