Sitio espectacular, en un edificio antiguo y bien conservado de la calle Génova. Pero la comida nos decepcionó, calidad media-baja cuando en realidad pretende ser mucho más... Además el servicio en nuestro caso regular ya que tardaron muchísimo en servirnos los entrantes.

No estamos ante un gran restaurante, aunque sí puede considerarse entre los mejores italianos de Madrid (el ars vivendi está en las afueras y el boccondivino tiene una nefasta rcp). Como bien han señalado las anteriores críticas, el entorno (acogedor y agradable) es lo más destacado de este restaurante. El servicio es joven e inexperto aunque voluntarioso. La comida buena, sin ser sobresaliente. Siempre que voy suele pedir lambrusco (multiplica por tres su valor en la calle). de postre, sin duda, el chocolatísimo. la rcp no es demasiado mala.

No me acaba de convencer este restaurante. Bien es cierto que su céntrica ubicación y su cuidada decoración lo hacen muy agradable, pero como a lo que se va es a comer…

Como bien advierte el camarero los entrantes son escasos, los segundos mejoran en cantidad pero flojeando en calidad.

Los carbonara secos y donde solo sobresale el chorizo, flojos. Mejor las carnes, aunque sin gracia.

Servicio despistado pero intentan hacerlo bien, confundiendo sal maldon con sal gorda mejor no exigirles mucho.

La carta de vinos aunque escueta esta bien surtida y con varios rangos de precio, que es de agradecer. Servicio de vino limitado.

Un sorbete de limón, para no volver a pedirlo, cierra la experiencia.

Local muy bonito, en un antiguo patio madrileño pegado a la Plaza Colon.
Comida agradable, servicio atento, productos de calidad, pero detalles como el aceite de Montes de Toledo o el Vinagre de Jerez muy buenos por cierto pero hubiera preferido un aceite Italiano y un Vinagre balsamicó di Modena en un restaurante Italiano.
El servicio del vino es sencillo, el vino esta a buena temperatura y los camareros atentos para servirlo.
La ensalada de langostinos muy buena, la pasta muy buena pero la escalopina de Elefante (no me acuerdo como la llaman exactamente), (ternera empanada) estaba un poco seca y dura.
El tiramisu bueno pero hay mejores pero el helado de Pistacho es totalmente halucinante, es muy bueno y lo recomiendo mucho.
Precio medio por persona: 40 euros

Magnífico emplazamiento y entrada al local (bello patio interior). Agradable decoración en tonos blancos. Perteneciente al emporio Vips, ofrecen buenos entrantes (buñuelos de hongos, carpaccio de salmón), pero me decepcionó en cuanto a las pastas de segundo (lasagna de cordero y berenjena). Buenos postres. No me pareció de los mejores italianos que he visitado. No puedo comentar la carta de vinos. Servicio muy atento. Precio acorde al sitio. Agradable en conjunto, más por el ambiente que por la comida.