Es toda una sorpresa encontrar un restaurante de esta caidad en Teruel. Hemos estado unos días por la capital y es el que más nos ha gustado. Tiene una selecta carta con platos muy bien trabajados y una materia prima de calidad. Trabajan muy bien tanto la carne como el pescado. Nos quedamos sorprendidos todos (íbamos 3 parejas), de echo volvimos dos días después antes de marcharnos. El ambiente es muy acogedor y el servicio muy bueno (conocimos a la dueña y es simpatiquísima). Tiene una bodega de gran calidad y, sobretodo, de gran variedad. Recomendable a todo el que se acerque a esta bella ciudad.

Restaurante de ballata con cierto encanto en algunos platos y en el local a pesar de su reducido espacio. Pedimos ensalada de careta de ternera, ensalada de bacalao, y, aunque parece que tocaban las carnes, cenamos rodaballo y besugo para llevar ligerita la noche, de postre pastel de castañas y para beber tomamos agua y cava. Resumiendo: Restaurante bastante normalito con alguna que otra frivolidad, indicando que la mayoría de platos en éste día iban relacionados con un menú medieval lo que no nos dá mucha opción a generalizar. Precio 50€ por cabeza. Saludetes.