Una vez mas, se confirma aquello de que “el hombre es el único animal que tropieza dos vez en la misma piedra” Después de nuestra visita hace unas semanas a La Tertulia, local de los mismos propietarios, queríamos probar la especialidad del segundo restaurante de la familia, los arroces, y la experiencia no fue mejor que la primera, aunque nos salió más barata eso si.
Los fondos saben todos iguales, desde las sepietas encebolladas, sin rastro de cebolla, al arroz caldoso con gambas ( solo encontramos tres)
Respecto a la profesionalidad, solo decir que el camarero desconocía y tenia que ir consultando la composición de los diferentes arroces, solo recibimos algo de atención cuando apareció el hijo de la dueña y nos pregunto que... que tal? Sin comentarios
El trato al vino, inexistente.