En un lugar como el extrarradio sur madrileño donde no abundan los lugares donde comer bien y tomar un vino en consonancia, Santé nos ofrece todo esto.

Santé es un restaurante que acaba de cumplir un año y ocupa el antiguo lugar que ocupaba El Paso, un restaurante de temática oeste americano. Hasta donde yo sé, el hijo de los dueños anteriores ha reformado el local y abierto este restaurante más centrado en la cocina de mercado, cocinada mayormente en la brasa. Cuenta con formación, intereses y antiguos trabajos en el mundo del vino, y se nota.

El local está situado en un edificio separado, en forma de chalé o casa. En la planta principal se encuentra la barra y varias mesas y suele ser donde se come, abajo tienen otro salón con su propia barra que habilitan para las catas y eventos.

El servicio es muy bueno, con buena atención, buenas copas.

La carta ofrece platos más o menos clásicos, basándose en un buen producto y como decía con mayoría de cocina a la brasa. He acudido dos veces donde he probado unas buenas verduras (alcachofas, puerros, cardo), aguacate a la brasa con pico de gallo, carnes como secreto o chuletón (muy bueno), calamar, arroz con carabineros, etc. Todo en general de notable.

Si la comida es mucho más que decente y en general supera la media de lo habitual en la zona, es la parte vínica donde da el do de pecho. 300 referencias generalmente my bien escogidas, con muchos vinos que se salen de lo clásico, no ya en la zona sino en toda la ciudad. A parte de los clásicos, tenemos bastante espumoso, vinos gallegos, canarios, italianos, alemanes, franceses y con bastante buena RCP. Además muchas de las referencias están por debajo de los 40 euros, lo cuál ayuda bastante.

En mis dos visitas he bebido cosas como: Benje tinto (Tenerife), Refu blanco (Ribeiro), Llanos Negros La Batista (La Palma), Mestres Visol (cava), Langhe Nebbiolo GD Vajra (Piamonte).

En definitiva, un sitio que merece el desplazamiento y que supone un soplo de aire fresco para una ciudad no sobrada precisamente en lugares para disfrutar del vino.

Por último, cada dos domingos organizan interesantes catas de vinos y otros eventos, normalmente con el productor.

P.D. No es un sitio especialmente caro, pero sumando cosas sube la cuenta y está por encima de lo habitual en la zona. Puntúo el servicio del vino como "fuera de lo común" debido a qué en el lugar donde esta es fuera de lo común bajo mi punto de vista.