En un pequeño local de la ciudad se encuentra este restaurante de cocina titulada del Este (de Europa) aunque su fundamento es la cocina búlgara con algunos otros platos de países del Este especialmente de Rumanía y ahora (me imagino la novedad) de Ukrania.

Es un clásico local tipo tubo con barra larga a la izquierda y mesas a la derecha que cuando acabo la primera dispone de algunas mesas más y cuando acaban las mesas está la cocina. La decoración es propia de su origen con manteles de tela folclórica, vajilla cubiertos y vasos corrientes, copas de vino de propaganda; las sillas y mesas de madera amplias similares a las de un comedor de casa antigua.

No hay carta de vino aunque la carta de comidas incluye algunas bebidas. La carta, amplísima carta, incluye muchas opciones de ensaladas, sopas, tapas, carnes, pescados y postres hasta el punto que te pierdes si no eres un especialista en este mundo entre las 6 páginas enteras de platos y complementos.

Para beber pedimos un vino local y nos traen Menada 2020 un cabernet sauvignon del valle de Tracia, sencillo y fácil de beber. Añadimos una botella de agua grande. Para comer decidimos preguntar a la que sabe y nos dejamos aconsejar: pasamos de sopas y ensaladas y nos quedamos en platos y carnes a su propuesta y para compartir:

. sarmi: una pieza de hojas de col fermentada rellena con carne picada arroz y cebolla con sus buenas especias. Bien.

. pan a la brasa: una lámina de pan a modo de base de pizza horneada y con ajo y queso por encima. Cumple bien.

. queso feta y queso tierno empanados: tres piezas de cada en las que el rebozado las iguala sin  aportar a un queso ya de por sí poco especial. Es verdad que allí y en Grecia se usa mucho este queso pero no es lo mejor.

. lengua de ternera empanada: bien laminada pero el empanado tampoco aporta; quizás la opción con mantequilla hubiera sido más acertada.

. plato de carnes: albóndiga Tataria a modo de hamburguesa con un punto de relleno picante básico en su interior; Karnache unas longanizas enrolladas en forma circular; Kebapche una longaniza sin tripa de origen búlgaro que es la que más me gustó por sus especias; Mich una longaniza sin tripa de origen rumano algo más fuerte de sabor con 3 tipos de carne en su interior. Todas las carnes en general sencillas pero bien elaboradas y con una mostaza agradable de complemento. Cumplen bien en general.

. tartas caseras de zanahoria, ukraniana y garash de chocolate: las tres en muy amplia ración con elaboraciones similares y con ingredientes distintos; la primera con poco sabor al vegetal, la segunda más contundente por la presencia de leche agria, nata, crema de yogurt y nueces; la tercera, de chocolate sin harina, sencilla, nada empalagosa aunque algo seca cumple con ese final de chocolate esperado. Por cortesía de la casa probamos un orujo casero muy correcto.

Un sitio más de cocinas del mundo con autenticidad, producto primario sencillo y elaboraciones caseras sin lujos.