Desde 1968 que lleva funcionando y cada vez con más éxito. En el antiguo mercado de abastos del centro de la villa y con adaptación a los tiempos en los que la gente compra más en los hipermercados, algunos puestos de mercado han cambiado el chip y ofrecen a esos clientes y turistas que se acercan una opción de bar de tapas con una materia prima de alto nivel (eso si que es km 0). El local ocupa la entrada de un lateral del mercado habiendo ampliado y llenado de mesas y sillas altas, más unas pocas mesas (tipo de terraza) en otro espacio ganado a los puestos del mercado.

No hay reservas y está siempre lleno aunque es verdad que la rotación es rápida; conviene acudir más entre horas pero ojo que ya se sabe que los que hablan raro, comen pronto; y aquí hay muchos más que de los otros. Mucha gente al servicio y en cocina permite que la amplia, muy amplia, variedad de tapas, que en realidad son más bien raciones a compartir, tengan una rápida presencia en mesa. Buenos consejos a pie de mesa, código QR para elegir tranquilamente y anuncios en la fachada encima de la barra (con precios) te presagia que deberás volver porque no vas a poder probar todo lo que el cuerpo te pide nien comida ni en bebida; y eso es mucho decir de un lugar.

La carta de vinos es más amplia de lo que se espera; bastantes vinos y todos con opción por copas. La carta de comidas está fraccionada en secciones con una distribución que podría mejorarse pero cuenta con una variedad muy superior a la media y especialmente, como no puede ser de otra forma, con dedicación a productos del mar. Por si fuera poco tienes la posibilidad de comprar en el mercado y que por 3,90€ por persona, te lo preparan en la barra. Y también puedes llevártelo a casa.

Nos proponemos hacer un brunch valenciano, vamos un tapeo contundente que sirva de comida pero que lo hacemos antes de las 13 h. Aceptamos algunas recomendaciones a pie de mesa además de otras que llevábamos en cartera:

. alcachofa confitada con huevo poché: una gran alcachofa preparada en modo "explosionado" con aceite y sobre ella un huevo de codorniz, creo, hecho a baja temperatura. Buena materia prima y bien resuelta.

. tellinas: de pequeño tamaño, abundante ración, con un condimentado reseñable. Bien.

. 12 quisquillas hervidas: tamaño destacado, buena cocción, faltaba un punto de sal que potenciara sabor. Curioso servidas por unidades (0,60€ unidad). Bien.

. tortilla de pescado: buena idea pero mal resultado, ración triangular muy muy escasa; buena textura y poco más. No repetir y desengaño imprevisto.

. allipebre de ratja (raya): un buen guiso, con punto picante mínimo pero agradable con un muy buen pescado. Recomendado por el local y fue lo mejor de la comida. Para repetir.

. sangre con cebolla: aquí las especias fueron sobredosificadas perdiéndose el sabor del producto principal al que además faltaba sal (la sangre para en dulce). Yo creo que en cocina no se probó el guiso. Aún así, un poco de sal añadida, y no sobró ni caldo ni pan para mojar.

. coca de pisto: la zona es especialista en cocas (a modo de base de pizzas individual), así que había que probar alguna. La coca estaba poco horneada y quedaba algo cruda y blanda; encima una buena mezcla de verduras y tomate. Servida troceada en 4 para mejor compartir. Nada especial.

. para finalizar un par de buenos y generosos cremaets, mientras observamos que debe estar en guías turísticas extranjeras porque casi todos/todas no son lugareños precisamente los que ocupan todas las mesas altas.

Para beber un agua pequeña y dobles de cervezas de barril para mitigar que "cara ancha" (léase, el sol) apretaba como si no hubiera mañana.

Al día siguiente un aperitivo me permitió probar alcachofas a la plancha con ajitos tiernos y unos torreznos que estuvieron bien.

El sitio ya merece la pena conocerlo y la comida sobresale sobre los bares clásicos de la villa. Pasando en dirección a Denia y a la derecha un par de calles arriba hay un solar que permite aparcar porque el centro es todo peatonal. Recomendable visitar la iglesia, enorme, vecina y conocer la zona nuclear de la villa