Gure toki sobrevive con personalidad y profesionalidad a estos tiempos difíciles de pandemia. El negocio familiar , según me cuenta Yolanda ( su alma mater), se inició en 1982 y se renovó en 2015. En el universo de bares y tabernas de Bilbao, Gure toki muestra rasgos distintivos. No ofrece pintxos convencionales , ofrece sus pintxos. Te pueden gustar más o menos, pero son los suyos , los de la casa. Detrás de esa sensación hay mucho empeño y esfuerzo en conseguirlo. Un trabajo permanente de investigación y desarrollo gastronómico en miniatura. El rollito de hojaldre con verduras y txangurro, el de bacalao pilpil, el huevito con hongos y patata no dejan indiferente a a nadie, alcanzando a mi entender un nivel de sosfisticación técnica y gustosidad difícilmente igualable. Pintxos hay muchos en la barra, sólo probamos algunos. Me perdí la sopa de queso.Para compensar probamos.unas espectaculares alcachofas con jamón a al altura de las mejores.Pero Gure toki no es sólo un bar de pintxos. La oferta se compensa con excelentes carnes, también en formato pintxo. Probamos un chuletón de 1,5kg, me dicen que de origen gallego , que permanecía en una cámara de maduración. La chuleta se presenta troceada, con una piedra caliente y acompañada de unas crujientes patatas y unos pimientos a la leña exquísitos. La de ayer estaba exquísita , con un punto de maduración óptimo, tierna y sabrosa. Nos encantó¡¡. Por cierto a 40euros Kg, qué tomen nota algunos...Finalizar con la cremosa tarta de queso, riquísima, redondeó una comida excelente.Mejoraría la oferta y servicio del vino, pero los tiempos son los que son y las dificultades tremendas , así que ya llegará el momento de hacerlo , lo más difícil, profesionalidad , personalidad y saber hacer lo tienen de sobra. Si hago un recorrido mental por  los pintxos-alcachofa-chuleta-tarta de queso de Gure Toki acabo pensando que no hay muchos mejores.