Con una moderna decoración inspirada en el estilo americano el local aprovecha además unas mesas exteriores situadas bajo los soportales de la plaza y está justo al lado de la tienda propiedad de los padres de David Roca propietario de este gastrobar, una carnicería con una larga trayectoria en la población y de donde se proveen de hamburguesas y chuletones que dicen tienen una gran aceptación.
La oferta del local varia en función de si es por la mañana, mediodía, tarde o noche pasando de los desayunos al menú del día, de los pasteles y batidos a las tablas de quesos, ensaladas y hamburguesas.
En realidad nuestra visita a Can Pericus fue como consecuencia del plan B ya que falló nuestra primera opción y decidimos desviarnos al interior de la población de Banyoles puesto que me habían hablado de este autodenominado gastrobar.
Así pues, pedimos el menú del día que tiene un precio de 14,50 € conformado por aperitivo, cuatro primeros, tres segundos y postre.
El aperitivo, langostino en tempura acompañado de salsa mahonesa.
Los primeros, parmentier de patata con huevo frito y botifarra negra y ensalada verde con burrata, tomate semiseco y vinagreta de albahaca, buena presentación de esta última
Los segundos, muslo de pollo deshuesado hecho a la plancha con acompañamiento de verduritas al vapor, el muslo servido como pincho no tenía ningún sabor y las verduritas al vapor seguramente estaban hechas a las diez de la mañana, pasadas de cocción y recalentadas.
Los postres, dos tiramisús excesivamente dulces
Dos cañas de cerveza y dos cafés
Servicio joven desorganizado y atolondrado
Difícilmente repetiremos
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.