Nos ha gustado mucho Piantao, el recién abierto asador argentino de Arganzuela, enfrente del Matadero. Local cómodo y acogedor, mesas de madera y paredes desnudas con una impresionante parrilla a la vista, donde aplican varias técnicas de cocción, a la brasa, al horno de hierro forjado o a la caja asadora.

Gran selección de vinos argentinos, tomamos un magnífico Guarda 2015 de Bodegas Lagarde de Mendoza, recomendación de la joven sumiller, de trago fácil, elegante y con cuerpo, perfecto para la carne, servido a su temperatura y en copas Riedel de las grandes (con esto para mí ya tenían un 5 antes de empezar).

En cuanto al condumio, la carta es corta, unos cuantos entrantes (embutido casero, ensalada, empanadas, etc.) y el capítulo de carnes dividido en dos: por un lado cortes tradicionales de novillo argentino (vacío, entraña, cuadril, etc.) y de vacuno europeo con diferentes grados de maduración. Ojo que sólo tienen carne, ictiófagos y veganos, éste no es vuestro sitio.

Empieza el comida con una selección de panecillos recién hechos, aun calientes, y una estupenda mantequilla. Nuestra opción fue, compartiendo todo: Provoleta al horno con tomate cherry asado y albahaca fresca, una jugosa empanada de carne cortada a cuchillo y una tiernísima entraña a la brasa, pedida poco hecha, al gusto español. Salsas chimichurri y vinagreta para acompañar. Cantidades más que correctas.

No hubo hueco para el postre.

Bien comidos y bebidos hemos salido a menos de 40 € por persona. Vengan!