De reciente inauguración (6 meses) y unas instalaciones de primer nivel, edificio nuevo, acogedor, elegante decoración, capacidad para 46 comensales según reza a la entrada y con una gran terraza que cuando crezca la vegetación será muy agradable aunque creo que se utilizará especialmente para cenas en verano puesto que el clima de la zona es bastante riguroso, calor en verano y frío en invierno, la fachada principal totalmente de cristal con vistas sobre la población y en primer plano el edifico modernista de gran valor arquitectónico de la Cooperativa Falset-Marçà una de las denominadas catedrales del vino construida por el arquitecto César Martinell discípulo de Gaudí.

Al frente del mismo está Josep María Pallejà que regentó junto con dos amigos en Marçà a apenas tres kilómetros el restaurante Celler de la Miloquera, cocinero inicialmente autodidacta debido al éxito de su pequeño restaurante decidió formarse en el prestigioso Culinary Institue of Barcelona para abordar este nuevo proyecto.

El interior es amplio, mesas quizás demasiado cercanas para aprovechar el espacio al máximo, vestidas con un elegante mantel en tono gris perla hasta el suelo y sobremantel y servilletas de hilo de color blanco, decoración casi inexistente, solo unos pilares de obra vista en los laterales que rompen con las grandes cristaleras y algún toque de pintura gris.

La carta no demasiado extensa incluye platos clásicos, un par de arroces, platos a la brasa y platos de cocina de "chup chup"

Para comenzar una degustación del aceite nuevo de primera prensada sin filtrar, espeso y muy afrutado conocido como oli de raig, procedente de aceitunas de la variedad arbequina con un muy buen pan.

Comenzamos con 

-Burrata con tomate deshidratado y pesto de pistachos, excelente plato de gran nivel

-Canelones Brichs con foie y trufa, la carne del rustido muy suave y sabrosa, buena salsa bechamel.

Seguimos con

-Parpatana de atún rojo de Balfegó, plato fuera de carta incluido en una de las sugerencias del día, una de las partes más apreciadas del atún

-Dado de rabo de buey cocinado a baja temperatura, totalmente deshuesado, potente, gran sabor.

Los postres

-Texturas de chocolate de Oriol Balaguer, un referente en el mundo del chocolate y helado artesano de vainilla.

La carta de vino bastante extensa y centrada casi exclusivamente en vinos de las D.O. Priorat y Montsant, pedimos una garnacha joven Miloca 2018 de la D.O. Montsant elaborado por Celler Vendrell Rived, aterciopelado y suave.

El servicio, atento, correcto y con ganas de agradar

Terminamos con dos cortos y excelentes cafés que en la carta lo describen como "café de especialidad" certificado por la Speciality Coffe Association.

Un nuevo local que sin duda dará de hablar para posicionarse en el máximo nivel de los restaurantes de la zona.