Local ubicado en la frontera del Barrio cel Cristo y cerca de la A3 con formato clásico de barrio, con dos salas en forma de L, más unas mesas en el exterior, con una amplia barra a la derecha de la entrada donde están las bandejas de viandas para los almuerzos. Las mesas son estrechas con mantel y servilletas d epapel y copas cubiertos y platos básicos como no puede ser de otra forma. Servicio correcto. Local casi lleno a pesar de lo tardío de la hora. A medio día funcionan con menú del día.

Tres para almuerzo atraidos por la fama del local en el jamón ibérico de Extremadura (según reza el anuncio) pero sin descartar otras atractivas opciones preparadas en la barra. Llama la atención la cantidad de gente que come en plato a modo de plato combinado preparado al gusto; nosotros hicimos uno con champiñones enteros, calamares romana y tortilla de patatas y alioli.

No nos resistimos a probar, al menos uno, de los grandes mejillones en escabeche sobre una pequeña tostita. Había que probar el jamón y descartado el clásico bocadillo de la casa de pan y tomate abierto en dos con jamón (en buena cantidad) en ¡¡ ambas partes !!; optamos por algo más complejo: huevos rotos con patatas panaderas y jamón, uno a la plancha y tamaño (1/3 de barra de cuarto) normal (3,5€) y otro tamaño grande (media barra) sin paso por plancha (4€). La cantidad de relleno es muy buena y la calidad de jamón es muy destacable, así como la del pan, de un horno cercano; desde luego de los mejores panes y jamon probados en almuerzos.

Para beber cayeron 3+1 cervezas y 3 muy bien preparados cremaets más un café solo.