Dado eso es lo que quiere decir en csatellano el nombre, la mossegada=el mordisco.

Ha abierto hace poco  tiempo en la ciudad y fuimos a cenar.  Está situado muy céntrico, no lejos del Mercado Central, la zona está casi siempre de lo más animado.

Cenamos bien, un plato muy original que nunca había probado, el almogrote canario, sabroso y contundente, unos ricos torreznos, unos boquerones y , como colofón, unas sardinas excelentes. 

De postre un par de flanes, golosos, no se complican la vida.

Carta de vinos corta, copas justas.

El local es pequeño, la atención amable y competente y el precio pasó por poco de los 20€.

Un sitio más para tapear bien, sin complicaciones, muy buena RCP, lástima al tema enológico este tipo de locales no le den más importancia.