Me parece evidente que cada vez más los hoteles cuidan su restauracion, habiendo establecimientos que poseen personalidad propia, por ejemplo este Plató, restorán del Acta ArtHotel de Andorra. 

Como viajaba solo y era tarde me decidí a bajar y me gustó mucho el sitio, la decoración, el ambiente, la iluminación,...me pareció estéticamente muy bonito y acogedor. Además mesas muy bien vestidas y atención correcta. 

Bebí cerveza, bien tirada, y de cortesía me pusieron unas olivas negras estupendas. No quería cargar mucho el estómago por lo que pedí unas croquetas de jamón que resultaron muy ricas y un notable rosbif, en su punto de cocción, con unas sabrosas patatas y una cremosa salsa de mayonesa y mostaza. Disfruté un montón con este plato. 

Pan de un tipo, panecillo redondo, pasable.

No puedo hablar del vino.

No tomé postre y pagué 24,30€.