Segunda visita, segundo disfrute.

Nuestra primera ocasión no la escribí, aunque memorable, por falta de tiempo. Esta vez, si la voy a relatar.

Desde fuera, típico bar-casa pegado a la carretera. No te llamará nada la atención, pero una pequeña ojeada a la barra te hará cambiar de concepto. El servicio, a cargo de al menos cuatro camareros, excelente. 

Tenía antojo, mucho antojo. En la anterior ocasión un paisano estaba dándose un homenaje a base de erizos que me llamó muchísimo la atención. Lo tenía claro, si había erizos, quería erizos. Por desgracia, ya estamos fuera de temporada pero el año que viene pienso venir solo por ellos.

Toda la carta es a base de producto fresco y casero. Aquí no hay engaño. Hay cosas que por supuesto están congeladas porque así vienen de los mercados, pero el nivel de ejecución es excelente.

Cinco comensales esta ocasión, todo para compartir:

- Anchoas en aceite. El aceite, lo ponen ellos. La anchoa de Carlanmar, a mi gusto un pelón salada, muy bien ejecutada. Un acierto si decides pararte a darte unos caprichillos. Nota, el aceite es muy bueno.

- Zamburiñas. En pocos sitios las he podido comer tan bien preparadas.

- Ensalada mixta. Los trozos de lechuga comestibles, no son filetes; lo que acompaña a la ensalada muy bueno. Un fallo, el tomate vino cubierto de sal cuando se pidió la ensalada sin aliñar. 

- Sartenada ibérica. Al cocinar el jamón con el resto suelta su gravilla, a mi me encanta pero ello te lleva a que se potencie mucho más el sabor de todo.  Los huevos y las patatas, excelentes.

- Tabla de quesos. A mi me pareció insulsa. Dos quesos curados, un poco de queso azul y rulo de cabra. Normalita para el nivel del establecimiento pero entiendo que el queso es un producto muy complicado y hoy en día, bastante caro si no le das salida. Otra cosa, los que somos realmente queseros valoramos que haya buen queso, pero no nos engañemos al 80% no le saques del Garcia Vaquero.

- Almejas a la marinera. La verdad que muy ricas, a mi personalmente la salsa me encantó.

- Bocarte rebozado. Lo sé, la veda está cerrada. De tamaño comedido, pero muy bien rebozados. Son mi perdición del agua!

- Croquetas de jamón. Las de toda la vida, como las de tú abuela. Para pedirte tres docenas.

- Rabas. Hacia tiempo, muchísimo tiempo, que no disfrutaba tanto comiendo unas ratas.

- Pulpo a la gallega. Lo más flojo de la cena. Ojo, tampoco lo dejamos.

- Mix de postres. Tarta de queso hornada, tarta de queso de Philadelphia, leche frita, arroz con leche, flan.... vamos, una bandeja que no se la salta un caballo pero que poco dejamos. Para mi gusto era muy repetitivo. Nota, la tarta de la abuela es acojonante pero anoche no les quedaba.

Bebimos, 4 cerveza Mahou, una botella de Moscato, una de rosado, 4 calimocho, una copa de licor de manzana y dos copa de Cardhu. A mi me tocaba conducir, así que no pude beber nada más allá que las cervezas.

¿Total? 185€. Dado el trato, el producto y demás, regalado. Sinceramente me encanta este establecimiento. La próxima visita me voy a pedir algo de carne.

Lo dicho, no os dejéis engañar por la apariencia exterior, el sitio lo merece. No lleva abierto 60 años por nada!