Es un sitio que aunque no es un resturante al uso, pero siempre que estoy en Berlín me gusta ir, a ser posible el último día antes de regresar para poder pasar por la sección de "souvenirs" y traerme envasados al vacío algunos de los fiambres, infinita variedad de salchichas, enorme mostrador de quesos (muchos metros lineales de mostrador) y otros souvenirs varios (lástima no poder cargar botellas de cervezas) que tienen en la zona de alimentación de este gran almacen, cuyo equivalente en España sería un gran El Corte Inglés.
Arriba en la 6º planta (planta de alimentación) tienen una zona gourmet con diferentes mostradores donde puedes comer "tapeando" en diferentes zonas, siendo imprescindible acabar en la plancha de la pescadería y disfrutar de algunos productos del mar. Funciona con mesitas y sillas altas, en algunos sitios bien a tomar nota y en otros (la pescadería) en los que tienes que ir al mostrador, a no ser que vayas fuera de horario y esté vacío.
La parte de vinos tiene una carta por copas y botellas, mayoritariamente de blancos alemanes como toca pero también hay champagnes. Los precios no son precisamente baratos para los vinos ofrecidos y menos al tomarlo por copas de 0,100 ml, pero al menos el servicio es bueno, la temperatura adecuada y las copas más que correctas con dosis bien medidas.
Decididos a tapear los tres, hicimos una primera parada en la zona de ostras y tomamos vinos por copas: KaDeWe champagne brut (un champagne envasado para ellos) tanto rosado (11.80€) como blanco (8.90€), también su vino KaDeWe riesling sekt (4,90€) todos bastante aceptables. Acompañando a los vinos, tomamos una ración (y digo ración porque son 7 ostras) de ostras francesas Fines de Claires (18,90€) y un plato de queso gratinado sobre ostras, Gratinierite austern (8,50€).
Tras el aperitivo y un poco saturados de opciones, decidimos atacar la pescadería con muy interesantes pescados y la opción de plancha en la que discutimos con vehemencia que los queríamos muy poco hechos y tuvimos que vigilar y hasta pedir que los sacaran de la plancha contra la voluntad del vendedor. La parte de vinos nos quedamos con un par de blancos: Picpoul de Pinet (5,60€) y Hammel sauvignon blanc (5,80€) más un facilón tinto Hammel Spätburgunder grosses holz (6€) para comernos una amplia ración de:
. camarones y sardinas (7,50€): entrante sin nada más especial.
. fischtheke (33,91€-18,47€-22,31€) "pescados del mostrador" dos de nombres imposibles y de sabores extraordinarios, recuerdo uno de un color casi celeste muy llamativo y el otro similar al rey nuestro (me refiero al rey pescado), más unas gambas, todo ello acompañados de verduras plancha. Buenas raciones que no recuerdo su peso que es la forma de venta.
Un sitio curioso e interesante con una materia prima excepcional. Y ahora a comprar souvenirs hasta llenar las maletas.