Restaurante Setaygues Gambrinus (Siete Aguas) en Siete Aguas
Restaurante Setaygues Gambrinus (Siete Aguas)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
44,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
lunes y martes y cenas de miércoles y jueves
Nota de cata PRECIO MEDIO:
51 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.8
Comida COMIDA
9.3
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
9.3
costilla troceada
5ª costilla
lechazo
cochinillo
aperitivos
pan y aceite
Opiniones de Setaygues Gambrinus (Siete Aguas)
OPINIONES
2

Con ganas de volver desde el día de la anterior visita y con algún intento fallido, por fin volvemos con alguna baja de última hora. Nos encontramos con el cambio a valenciano del nombre del local (modifico en Verema) y algunas circunstancias más que han transformado el interior convirtiéndolo más en un restaurante de estilo asador y menos bar local; supongo que mantiene el sótano / bodega pero no vimos esta vez. La terraza exterior ahí sigue esperando al verano.

Las mesas amplias vestidas con mantel de tela, sillas cómodas, buenas copas y vajilla. A la derecha de la entrada hay un horno con diferentes viandas recién sacadas que ya hace preveer lo que se nos viene encima con lo facilones que somos los 4 comensales de hoy.

No vemos carta de comidas porque ya hay quien lo ha encargado todo, ahora solo hay que reducir un poco el encargo ante las 2 bajas y aunque nos aconsejan más reducción, echamos para delante y vamos a ello:

. un aperitivo de ajo arriero compartido junto a un extraordinario AOVE y un pan recién horneado (el mejor que he probado en años) y una alcachofa irresistible y recién salida del horno por persona; buen comienzo.

. 1º plato: cochinillo: una ración comedida y con una buena guarnición de verduras asadas. La carne tierna jugosa, piel crujiente. Muy buena.

2º plato: lechazo: aquí la ración ya es una buena dosis de una carne que se deshace con el tenedor y que de forma increible está hasta más jugosa y tierna que el cochinillo. Perfección de asado.

3º plato: la 5ª costilla de vaca angus: insisto en lo de la 5ª costilla porque según me informan es lo mejor de lo mejor. Nos la presentan en la mesa recien sacada del fuego para deshuesarla en nuestra presencia y posteriormente trocearla para compartirla; acompañan unas pequeñas patatas asadas enteras y con piel con algo de romero. Punto de la carne inmejorable, calidad suprema. Nos dejó muy sorprendido y eso que somos grupo muy amante de la buena carne.

. postre: tarta de galleta: de las mejores que he probado. Nada empalagosa, todo elegancia, textura suave, pleno sabor de galleta chocolate y coco. Otros eligieron flan de huevo y piña natural preparada x 2. 

Para beber, aguas con y sin gas aparte y alguna cerveza de entrada, elegimos de la carta Maleolus 2021, potente como las carnes que le acompañaron. Rematamos con unos licor de hierbas y orujo Afilador (me parece el mejor de la zona) más una mistela casera que aprovechamos los no conductores por cortesía de la casa.

Sobremesa con 4 buenos cafés y carretera de vuelta (casi 1 hora). No imprta donde esté, si hay buen comer, allá vamos (y volvemos).

  • costilla troceada

    costilla troceada

  • 5ª costilla

    5ª costilla

  • lechazo

    lechazo

  • cochinillo

    cochinillo

  • aperitivos

    aperitivos

  • pan y aceite

    pan y aceite

Local que se construye bajo el paraguas comercial de la marca cervecera pero que en la realidad responde a un local clásico de asador de Castilla con una terraza amplia exterior para el verano y un local con pequeña barra, barriles y sillas altas más un comedor con mesas y sillas de madera más algunas pocas mesas más en la entrada.

Muy interesante el horno moruno del que salen fuentes de barro con lechazo, cochinillo, arroz al horno...Y genial el comedor habilitado en el sótano de amplia mesa con dos bancos corridos para sentarse cómodamente 10 comensales, a la puerta de la amplia bodega y que fue un lujo poder estar, como hace la familia, solos y en armonía pese a la baja de última hora por problemas de vuelo. El servicio fue familiar, literalmente, ya que fue gente de la propiedad la que estuvo con nosotros comentando algo de la historia del local.

No vimos carta de bebidas ya que entramos directamente a la bodega a elegir y con mayoritaria presencia de vinos locales, también cosas interesantes. Arrancamos con unas cervezas iniciales, acompañadas por un plato de jamon Gran Reserva por oferta de la casa, 3 Martinis, más una jarra de Cruz Campo. De vino, un buen bobal, Casa Don Angel 2014 (23€) y luego Carmelo Rodero 9 meses (16€). Hizo falta agua con gas y hasta 3 botellas grandes de agua sin gas.

Merece comentario aparte el pan traido, cercano al kilo estaría, recien sacado del horno: crujiente, miga cocida pero muy esponjosa, corteza tersa sin estar dura; extraordinario. Se acompañó de aceite Finca Calvestra de una aceituna local interesante, como digna compañía.

La carta de comidas está formada por cocina de producto y propia de población fronteriza entre Castilla y Valencia. Por un lado una buena variedad de arroces tanto secos como caldosos, all i pebre, puchero valenciano al completo y algunas otras opciones; también de zona castellana destacan los asados al horno moruno de leña de encina con ganado con certificado de origen castellano, jabalí estofado, gazpacho manchego, etc... Sin olvidar la parte de tapas (también es bar) habituales tales como ensaladilla rusa, huevos, calamar, clochinas o mejillones, y también de guisos canelones, croquetas, caracoles, esgarrat; también a destacar las recetas tradicionales de mamá Tere que está recuperando por la zona, como la olla sieteaguense, o la utilización de los productos del cerdo para esos pucheros de las piezas (morcillla, lomo, etc) en lugar de recien fritos, de piezas sacadas de la orza donde han madurado en aceite de oliva virgen; algunos de estos platos han tenido premios en diferentes concursos.

Para comer inicialmente 9, al final nos quedamos en 7, con encargo previo (imprescindible) de lechazo para 6 (3 cuartos), pero, despues de renunciar con pesar a la cazuela de arroz al horno, nos negábamos a quedarnos sin probar platos de cuchara así que acabamos disfrutando con:

. ajo arriero x 2: perfecto sin ecesos de patata, buena textura.

. estofado de rabo de toro (de toro, toro): meloso,  carne bien estofada, buen punto de guiso, con sus patatas cortadas a dados que creo estarían mejor de menor tamaño y con un punto más crujiente.

. alubias pintas de La Bañeza estofadas con chorizo, jamón y tocino ibérico de bellota, acompañadas con tortitas de hierbabuena y cebolla: dos amplias raciones, piparra incluida, a compartir en el centro con un caldo bien trabado y denso, buena textura de la legumbre, buenos tropezones de calidad sin estar excesivamente pasados de cocción. Muy recomendable.

. olla Sieteagüense con su codillo de jamón, crobete, oreja, morro, pie de cerdo, morcilla de la orza, cardo, patata, alubias y nabo: es imposible que, con esos ingredientes y tiempo de cocción lenta, no se logre un platazo. Recomendable.

. lechazo al horno x 6: cordero castellano con DO Castilla Leon, lechal (sin haber aún comido pasto, solo leche materna) de 5,3 kgrs en canal, en perfecto punto de horno manteniendose jugoso pero dorado y bien cocido en sus interiores. Se acompañan los cuartos de una bandeja con patas y cebolla al horno más ensalada de la huerta. Recomendable.

. surtido de tartas caseras: tartas hechas en casa poco estéticas pero buscando ese sabor clásico de toda la vida hechas sin conservantes ni colorantes ni artificios industriales; solo la decoración de chantilly y fresones cortados. Probamos la clásica de "la abuela" de galletas Tosta Rica de siempre, moka y mantequilla; tiramisú siguiendo la receta de la zona milanesa con sabores más light; bizcocho casero con cobertura de chocolate puro fondant (97% de pureza); tarta de requeson con toque de almendra; bizcocho con añadido de manzana. Todas correctas, se notan caseras 100%, servidas en amplia ración, pero ya nos confiesan que la persona encargada del dulce está en proceso de formación y mejora.

Rematamos con unos buenos cafés y unos chupitos (botella en mesa) por cortesía de la casa: bagaceira, orujo de hierbas (DO Feijoo); mistela de moscatel de Turís vino de licor; punta de Sat Pere, un ligero licor destilado de arroz. Todo ello para una larga sobremesa, aislados del mundo exterior. Un lujo.

Habrá que volver porque se han quedado muchas cosas en el tintero, entre ellas un miembro de "perjudicados por el Noma" que se quedó tirado en el aeropuerto de Bilbao. Ya tenemos excusa, pero por si acaso, antes de comer ya compramos unos pequeños souvenirs: longanizas de Pascua, morcillas de cebolla, fuet y morcilla de carne tipo sabadella y unos panes de calabaza y otros de pasas y nueces.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar