El Bodegon El Ciervo es un Restaurante-cueva, como hay muchos otros cerca de Valladolid, en especial en Fuensaldaña. En este no abusan de aspectos pintorescos, y se centran en la gastronomia.

Al frente hay un chef joven, David López, con ganas de ofrecer platos algo diferentes, dentro de la gastronomia castellana.

Para un grupo de 14 personas, optamos por un Menú donde el plato principal fué el Lechazo asado. Impecable de punto, recién salido del horno, y abundante. Sabor de agua y sal. Sin grasa añadida ni caldo. Muy rico.

Pan candeal blanco, muy rico y tradicional.

De entradas: Alcachofas naturales con pimientos dulces. Muy logradas. Ensalada de morcilla de piñones con canónigos. Riquísima morcilla, pero el plato pide mayor presencia vegetal. Quizás una ensalada de brotes. Guiso de setas. Las primeras de la temporada. Pero la salsa era muy espesa, y con un exceso de cominos y pimienta. Parecía un plato hindú. (aunque me lo comí todo)

De postre, una porción de tarta de nata de sabor y aspecto industrial. Mejorable. Café de puchero.

El vino: un clarete de Cigales etiquetado para el restaurante. Bueno, fresco y muy vivo. Y como tinto, un crianza de La Legua, de Fuensaldaña. Muy correcto.