Uno se mosquea cuando lee en una conocida página de internet que el mejor restaurante de Olot es una hamburguesería. Miras un poco más y te parece que no es ni una hamburguesería pija ni un fast-food al uso. Y como se trata de darle un capricho a tu hijo, allá que te vas también con los tíos y los primos.

Pequeño local ubicado en los aledaños del ayuntamiento de Olot. Dispone de una mesa redonda de buen tamaño a la entrada, unas cuantas mesas más a lo largo de la barra y unas pocas más al fondo. Salvo la mesa redonda, el resto son más bien pequeñas y bastante apelotonadas. Ambiente joven y ruidoso. Sin lujos. Manteles individuales y servilletas de papel. Menaje muy correcto para una hamburguesería. Servicio muy atento y servicial. La camarera que nos atendió nos explicó la carta, cómo elaboraban ellos mismos las salsas, los 3 tipos de pan disponibles, los postres (todos) caseros, las diferentes cervezas,... En fin, que mejor que en algunos restaurantes con estrella, y eso teniendo el local a tope. En la carta, además de hamburguesas de buey en dos tamaños (160 y 250 gr.),  de pollo, de cordero, de cerdo y una vegetal, hay ensaladas, tapas y raciones, bocadillos de butifarra, chuletón y más de una docena de postres caseros, incluyendo media docena de mermeladas caseras. Disponen de menú infantil. La carta de vinos es deprimente, pero la de cervezas está muy bien, con bastantes referencias de la zona.

Cena familiar a base de unas raciones para compartir, una hamburguesa por cabeza (que también acabamos compartiendo) y 3 postres, porque lo cierto es que las hamburguesas llenan bastante. Nos pusieron en la mesa redonda de la entrada y comimos la mar de a gusto.

Empezamos con:

- Patatas bravas (7,-€) - A pesar de tener la piel, muy buenas. Hacía tiempo que no probaba una salsa que no fuese de bote, aunque no picaba.

- Patates d'Olot (8,-€) - Tamaño mini, de un sólo bocado. Muy buenas.

- Croquetas de pollo (6,80€) - Por el sabor, parecían de cocido. Muy buenas.

- Palitos de pollo (4,20€) - Para mis sobrinos. No los probé.

Y llegaron las hamburguesas, con media docena de salsas caseras, que la camarera nos explicó, indicándonos cuál era la recomendada para cada una de las hamburguesas que pedimos. También nos trajo la salsa picante, advirtiéndonos de que picaba mucho. Para mí, no picaba apenas. Excepto la Yanqui, todas las pedimos de 160 gr.:

- Hamburguesa Donosti (10,30€) - Con tortilla fina de patata y cebolla, queso Idiazábal y guarnición de pimientos del piquillo.

- Hamburguesa del huerto (8,50€) - Hamburguesa vegetal con cebolla caramelizada y guarnición de trinxat de escalivada.

- Hamburguesa del día (10,-€) - Con queso artesano de Riudaura, cebolla caramelizada y guarnición de ensalada de frutas de temporada y requesón.

- Hamburguesa Ses Illes (9,30€) - La mía, con pan de mollete. Con sobrasada, queso de Mahón y guarnición de trinxat de escalivada. La hamburguesa, muy buena. Le puse salsa romesco y salsa barbacoa. La guarnición, estupenda.

- Hamburguesa Yanqui (11,50€) - La única de cuarto de kilo. Cómo no, para mi hijo. Con bacon, queso Cheddar, lechuga, tomate, cebolla y guarnición de patatas fritas.

Todas las hamburguesas llegaron con el punto de la carne que habíamos indicado a la camarera.

Todavía nos quedó sitio para probar algunos postres:

- Pastel de queso con mermelada casera (4,50€) - Probaron un par con su correspondiente mermelada. Dijeron que estaban muy buenos.

- Pastel de cerveza negra, cacao y queso suave (4,50€) - Porción más que generosa. Bizcocho seco, algo insípido y con un regusto metálico nada agradable. El queso, como a mi me gusta, prácticamente no olía y ni sabía a queso. No sé yo...

Para beber, un par de refrescos (2,30€/ud.), una cerveza (2,30€), un par de aguas de 1/2 l. (2,20€/ud.), un par de cervezas artesanas (4,90€/ud.) y un cortado (1,30€). La bebida me pareció algo cara.

Si hubiese algún local similar cerca de casa, igual hasta me aficionaba.

El precio corresponde a lo que tomé yo aprox.