Restaurante Les Grands Buffets en Narbonne
Restaurante Les Grands Buffets
País:
Francia
Provincia:
Localidad:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
43,20 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
45 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.8
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Opiniones de Les Grands Buffets
OPINIONES
2

En el anterior comentario Letroncio ha descrito muy bien el local y sus planteamientos, que no repetiré sino que añadiré algunos datos complementarios.

Lo primero es que está en una zona cercana a la autovía, en la salida sur de Narbonne, junto a la piscina municipal y sin problemas de aparcamiento. Es importante porque la cantidad de comensales es sobresaliente. Las reservas tienen horarios establecidos para evitar concretaciones en el comedor; puedes tener suerte y llegar sin reserva, sobre todo a útima hora y aprovechar alguna ausencia de última hora que no es raro que haya.

Llama la atención que hay un peso a la entrada, lo que invita a conocer el resultado final de la experiencia gastronómica y a cuánto te ha salido el gramo de peso aumentado. Hay varios comedores para poderse ubicar destacando la zona de terraza, aunque tiene el inconveniete de que si eliges terraza en la reserva y llueves pues, o comes con paraguas o te vas; quizás sea mejor reservar dentro y si hay sitio, cambiar a terraza.

Las mesas y sillas son amoplias y cómodas, las mesas algo juntas para sentarse y levantarse varias veces. El servicio de retirada de platos y servicio de vinos cumple bien sin ser destacado. Hay agua y cubitos gratis en jarras. Tienen dos cartas de vinos, la local con vinos del departamento y buenas representaciones de todos los tipos y a precios prácticamente de bodega; la otra carta, ya con vinos franceses en general, con buenos precios y amplia variedad de opciones, incluso de gama alta. Muy de agradecer la posibilidad de vino por copas, creo, de ñpor lo menos, todas las referencias locales.

Ya ubicado, hay que centrarse en la comida a elegir dado que es imposible probarlo todo. Así que hay una recomendación importante: descarta (o elige) antes de empezar, porque en caso contrario la dispersión te causará estres.

De la zona de mariscos destacar las ostras, visita obligada; también buena calidad de buey de mar, caracoles y canaillas, también los cangrejos de río; espectacular la pirámide de bogavantes; menor calidad en las gambas y cigalitas cocidas; en la parte guisada tienes almejas y algunas preparaciones de pescados a destacar el salmón.

De los embutidos hay que concentrarse en los embutidos de zona de montaña: salchichones secos, sobrasada y olvidarse de los jamones (más de 8 piezas) de varias nacionalidades, que hay colgados, pero mal cortados y casi crudos por lo que no son de nuestro gusto habitual.

La zona de foies es otra destacada a visitar y encontrar muchas opciones (más de 8 en mi día) con alta calidad de los mismos, de diferentes zonas y preparaciones. Ojo que la grasa llena mucho.

Merece solo la visita al local por la zona de quesos. Mejor dicho: zonas, pues son 5 espacios dedicados al queso, de todos los tamaños, texturas, variedades, curaciones y sabores. Desde manchego clásico a Stilton pasando por los pequeños quesos locales del Pirineo cercano, pero sobre todo la zona central de quesos cremosos. En mi caso probé 45 quesos distintos y ya me mereció la pena la visita y el precio pagado.

La zona de guisos con carnes diferentes, caracoles, callos y visceras, ancas de rana, pastas diferentes... es amplia pero poco visitada porque llama menos la atención al estar en cazuelas tapadas, pero seguro que si las abres no resistirás meter la cuchara.

La zona de plancha es ya un mundo en sí mismo. vas en cola, pides y conforme la cola llega al final del mostrador ya te va llegando el producto. El steak (de caballo o ternera) te lo sirven en apartados, incluido el huevo, para que te lo mezcles tú al gusto. No olvidarse aquí de una cata de escargots, que aunque de tamaño más bien pequeño de lo que suelen ser, escargots en Francia, es plato obligado. Lo peor de las carnes a la plancha es que... llenan demasiado.

Ojo con el pan y sobre todo la mantequilla salada que hay sobre la mesa: ni se te ocurra probarla. Tampoco asomarse a la zona de ensaladas, salazones, entremeses, salsaeados y complementos varios, porque en caso contrario te perderás la amplia barra de postres que, fruta aparte, dispone de tartas y chocolates hasta la saciedad, amén de una pequeña mesitas para crêpes.

Tiene un grave defecto que no suelen tener los restaurantes franceses. No hay tapper para lo que no te has podido comer en la mesa. Tienen que solucionarlo porque al salir, casi recuerdas más lo que no has comido que lo que has comido, pero nadie sale arrepentido de conocerlo porque la calidad media está bien y comer (hasta lo que seas capaz no ya de cantidad sino de variedad) con vino en Francia y por menos de 50€.....

Primer consejo: id con hambre. Mucha. De varios días.

Famoso buffet situado en una rotonda a las afueras de Narbonne, en una especie de centro comercial, con parking.

A la entrada de este restaurante buffet, decorado a medio camino entre un restaurante del siglo XIX, una atracción de feria o la fábrica de chocolate de Willy Wonka, nos explican como funciona el tema y donde está cada cosa. Luego te sientan y te toman nota de las bebidas.

Comencemos:

- Tienen una barra con marisco y pescado, incluyendo ostras de cuatro tipos, bogavante, langostinos, cigalas, gambas, mejillones, caracoles, diversos pescados, etc.

- Embutidos varios, con unos 8 tipos de jamón distinto. Creo que todos franceses, pues ni me acerqué.

- Una enorme barra de unos 30 quesos distintos.

- Entrantres varios.

- Cuatro tipos de foie.

- Al menos 20 o 30 platos preparados: entrantes, pasta, carne, pescado, guarniciones,... yo de esa sección comí callos, ancas de rana y caracoles "a la catalana".

- Una barra enorme con postres de toda clase. Solo probé un baklava y estaba rico.

Además de todo esto puedes pedir en un mostrador varios platos que te preparan: magret de pato, foie a la plancha, rodaballo, steak tartar (de caballo y ternera), cassoulet (que fue lo que yo pedí y estaba bastante bueno), entrecôte, etc.

En cuanto al vino, se pueden pedir por copas muchos vinos, no sé si 50 o 100, pero todos los que tenían. Todo (o todo lo que vi) eran referencias del Languedoc-Roussillon, incluyendo vinos top como La Petite Sibérie, que costaba a 200 euros botella (precio de tienda o menos) y a 29 euros la copa, creo recordar. Te traen los vinos ya servidos, en buenas copas. Yo tomé un blanco, un tinto y un moscatel de Rivesaltes, pero no recuerdo más. Al finalizar te invitan a una copa de una especie de mistela de moscatel.

El menú cuesta 35,9 € y el vino tiene precio bastante aceptable.

¿Merece la pena? Pues por conocerlo y vivir la experiencia sí. Por la comida, no lo sé. La comida es buena y los productos creo que son de primera calidad pero a mí me entra ansiedad al ver tantas cosas y al final como de más y sin criterio. Casi prefiero pagar esos 36 euros por un restaurante más gastronómico.

 

El precio por persona incluyo tres copas de vino de un rango de precios más o menos normal.

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