Cuando caminas por el centro de Roma y en especial por las noches, encuentras sitios típicos de comida casera y en algunas ocasiones, junto a ellos, tropiezas con sitios que llama la atención la elegancia de las mesas vestidas, buenas copas, camareros bien uniformados, velas en las mesas, etc. Ëste es uno de esos sitios.

Nos sentamos frente a la iglesia de la Maddalena y encontramos la calidad de servicios esperada, pero menos de lo esperado en loproveniente de la cocina, que por supuesto no estaba mal, pero podía estar hecho en el local de local vecino.

Carta amplia en comidas de corte italiano y más abierto a europeo. Carta de vinos amplia y cara, cara.
Lo que tomamos para cenar:
. cannolini ricotta: con requesón de oveja romana y mortadella, ragú de berenjena
. lasagneta: lasaña verde muy correcta
. pizza mozarella: con tomate cocido
. pasta amatricina: macarrones hechos a mano con agua y a la americana con buen queso de Morolo. Bien plato de pasta.
. medallones de bacalao x 2 con crema de garbanzos y aceite al romero. A modo de croquetas, bien hechos y sabrosos
No destacaría nada ni criticaría nada.

En la parte líquida: Cervezas MenabreA (de 660 ml) un par; también un par de aguas minerales y por supuesto el consiguiente servicio de pan.
Sin cafés ni postre ya que un helado en Venchi (helados de lujo) merece más la pena.

Por error he picado comida 5 y debería ser 7, pero ya no deja corregirlo