Gracias al comentario de Aurelio sobre las "ostras del sol" del Delta del Ebro en su visita al Restaurante Ostras Pedrin de Valencia, conocí la existencia de los Ets Tarbouriech de Marseillan ( a 39 km de mi casa) creadores del sistema de producción y cultivo de ostras en el mediterráneo como si se tratase del Océano Atlántico ( sistema creado para reproducir las mareas, basado en el principio de transformación de la energía solar en energía mecánica, con exondaciones).

Me dije pues, que a la primera oportunidad, iríamos a conocer al amigo Tarbouriech, y sus " huitres solaires" pues tanto MC como yo somos unos fervientes apasionados de las ostras. El domingo 05 de junio a las 13h, nos dirigimos pues a descubrir, acompañados de una pareja de amigos, también grandes "amateurs" de las buenas ostras, los Ets Tarbouriech. El "comptoir de dégustation ", Le Saint Barth , está situado justo en la misma orilla de la laguna de Thau, en un lugar con un encanto extraordinario, casi estás con los pies en el agua... y allí se va sobre todo a comer ostras y que ostras, " mamma mia" .

El "merendero" abre únicamente los fines de semana, de viernes a domingo, No se autodefinen como restauradores sino como ostricultores apasionados.

El servicio de sala es muy amable, son muy simpáticos y serviciales, aunque un poco lentos... no hay que tener prisa... El servicio del vino es casi inexistente (descorche y a veces cata). Los cubiertos, vajilla , vasos y copas son de batalla., pero lo mas importante está en el plato.

Tomamos todos lo mismo : Comenzamos con Huitres spéciales Tarbouriech, grosses n°2 Ostras especiales Tarbouriech n°2, grandes, 6 cada uno (3€/pieza). De 10, de las mejores que he comido desde hace mucho tiempo. Unanimidad total de todos los comensales.

Seguimos con Duo d'huitres chaudes Dos ostras calientes con una salsa casera, que nos presentaron en una bandeja antes de cocinarlas Ostras del n° 0, las mas grandes. No fue lo que me esperaba, porque la ostra aunque cocinada y de sabor totalmente diferente a la cruda , no estaba del todo mal pero la salsa que hubiese debido valorizarla, era totalmente insípida. No les gustaron a nadie. Que buenas hubiesen estado crudas...

Continuamos compartiendo cada pareja, una Brasucade de moules La Brasucade es un nombre occitano ,que quiere decir cocinado a la brasa, en esta caso mejillones a la brasa. Grandes, carnosos, muy buenos. Yo hubiese preferido la salsa un poco mas picante, pero eso es una cuestión de gustos. Para repetir.(en la foto faltan unos cuantos...)

Para beber tomamos 2 botellas de vino blanco de la región, Chateau Saint Martin de la Garrigue 2015, AOC Picpoul de Pinet Bodegas Jean Luc Parret, cepajes piquepoul blanc 100%, crianza sur lies en cuba durante 4 meses. Nos sirvieron las 2 botellas a temperatura ambiente y cada vez tuvimos que hacer tiempo y esperar unos 10 mn para que se enfriase en una cubitera llena de hielo. Un vino para acompañar una buena comida de marisco.

Finalizamos con unos cafés.

No hacen postres, pero nos los fuimos a tomar a unos pocos km de allí. La cuenta ascendió a 49 €/persona. Muy buena RCP.

Un lugar de visita obligada para los amantes de las buenas ostras y además en un marco extraordinario.

Muy recomendable, si está o se pasa entre Sète y Montpellier. Hay que hacer abstracción del servicio del vino y de las copas, y decirse que uno va a comer unas ostras excelentes que no puede encontrar en todos los sitios y además a muy buen precio. Sin ninguna duda volveremos para degustar nuevamente las "huitres solaires" crudas... las brasucades de mejillones.. y a veces por lo que parece también almejas, gambas... (en función de las llegadas).