A veces los planes se cambian sobre la marcha y este día fue uno de ellos. Teníamos comida en casa pero quedamos con unos amigos para tomar el aperitivo. Ellos iban a comer fuera y se acabó liando la cosa …
Se trata de un restaurante que tiene mucha afluencia los fines de semana. Está situado en Santa Cristina, zona al lado de la playa situada a 5 minutos de A Coruña que en verano se colapsa en las jornadas de buen tiempo por la afluencia de bañistas.
El restaurante tiene una zona a la entrada de mesas altas bastante apiñadas para tomar algo o picotear y una parte trasera con mesas bajas más orientada a comida seria. Las mesas altas están normalmente llenas y la parte trasera es la que se resiente un poco más.
Nos acomodamos en una mesa alta 4 adultos y tomamos inicialmente unas cañitas y unos vinos que era lo estipulado pero como la compañía era muy agradable rápidamente caímos en la propuesta de picar algo para compartir. Tomamos lo siguiente:
• Pastel de centollo. Sin duda el mejor plato de la comida. Un muy buen pastel en el que se apreciaban perfectamente los trozos de centollo y con un sabor a mar más que notable. Se acompañó con unas mini tostas que tuvimos que repetir para terminar el trozo de pastel.
• Croquetas. Mitad de jamón y mitad de boletus. En este caso también se puede aplicar el dicho de que allí donde hacen buenas croquetas se come bien. Sin estar malas tampoco tenían sabores demasiado puros ni la bechamel era espectacular.
• Langostinos crujientes. Los ya clásicos langostinos rebozados y ensartados en un palito. Distaban bastante de ser los mejores probados por mí. Muy básicos.
• Calamares. Una ración abundante de calamar de verdad (no anilla) hecho a la plancha. Punto adecuado. Simpleza.
Para acompañar la comida tomamos una botella de Do Ferreiro 2014, un albariño clásico de la zona del Salnés que resultó correcto. El servicio se limitó a abrir la botella y dejarla encima de la mesa. Además tomamos una botella de agua.
Habría que profundizar un poco más en la carta pero las sensaciones me dicen que se trata de un sitio sin demasiadas complicaciones ni florituras que puede cumplir para una comida rápida.
No pongo precio porque en esta ocasión me invitaron.