Esa es la pregunta que nos hicimos Mila, un servidor y los 4 pequeñajos que nos acompañaban.

Nos habían hablado maravillas del menú del día y de las raciones... Habría que revisar ese concepto de "maravillas".

Ojeamos la carta, muchas dudas por nuestra parte. Los pequeñajos lo tienen claro, quieren:

- Rabas. Hasta ellos se quejaban de los hilos que salían... Incomestibles.
- Nuggets. Nos ahorramos el comentario.
- Pulpo. Casi termine comiéndolo entero, en realidad de lo poco "destacable" dela comida. Las patatas estaban muy buenas.
- Nachos. El guacamole, casero. Los nachos de paquete, el bacon de sobre y al microondas, el queso... No había queso.

Mila y yo decidimos compartir:

- Ensalada de jamón y foie.... Siguiente plato.
- Chipirones a la plancha. Incomestibles, a medida que pasó el tiempo veíamos cómo iban perdiendo presencia en el plato. Él ali olí estaba rico.

De postre ni hablamos, no nos la íbamos a jugar más.

Estamos con pequeñajos, por tanto agua, Nestea, Kas y otra cosa más que no recuerdo.

¿El local? Lleno. El menú al mismo precio en fin de semana que entre semana. Por lo que vimos, tampoco era para quitarse el sombrero.

Vamos, que aquí no volveremos ni por asomo!