En la bonita y concurrida (de noche) zona de restaurantes y copas en la llamada zona del canal, recuperado con bares y restaurantes para dar servicio a muchos locales y turistas (los que más) de la noche milanesa con terrazas y mucha gente paseando y animando el ambiente. Merece la pena incluso sin ir a cenar.
Cenamos en la zona del interior, con mesas apretadas (como todos estos locales), bonita decoración con botellas (vacías) de vinos colgadas a modo de red y con zona de copas paralela en el mismo local; apetecía la terraza pero nuestro grupo amplio no lo permitía. Poca luz y algo de calor.
Menú concertado, por lo que no podré opinar de carta de vinos, opciones de comida y precios.
Para comer:
. pasta "paccheri" con salsa de tomate cherry, mozzarella de búfala y pesto de albahaca: pasta fresca perfecta, buena salsa y especias.
. solomillo de buey en costra de hojaldre con mostaza: buena carne, buen punto y buena presentación.
. tiramisú de postre: gran sabor, buena presencia, casero y destacable.
Para beber
. copa de espumante de bienvenida, de pinot nero, Vanzini: para brindar y dejar, demasiado dulce y poco frío
. un caliente tinto Terramare Negroamaro de Salento 2014 tan joven como inexperto. Después de enfriado, había mejorado pues ya no daba acidez.
. Acqua Panna y San Pellegrino con gas (casi un monopolio en Milán).
. nos salvaron las birras Moretti, gran opción.
. algunos arriesgaron con el café.
Un sitio con horno de leña, notable en la comida y el vino es una guerra que no va con ellos pese a la decoración; al menos en el menú pactado.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.