Como ya se ha comentado, local en calleja estrecha con la terraza llena de gente y, efectivamente, el denominador común es que todo el mundo tiene gambas a la plancha sobre la mesa.

Tomamos un par de cervezas bien frías y pedimos una ración de gambas a la plancha y unos boquerones.

Las gambas muy bien de punto, jugosas, tal vez con algo de sal de más por fuera pero a mi me gustan así.

Boquerones estupendos de fritura. Para comerse hasta la raspa. Sin aceite sobrante. Frescos y sabrosos.

Correcto para unas raciones informales.

Un local en un callejon estrecho con mesas en el mismo y que llama la atención que todos tienen un plato de gamba de Huelva en la mesa. Merece la pena porque no puede estar todo el mundo equivocado.

Comida para dos de picoteo: con una clarita una pequeña de agua y una San Miguel 1516. Mesas de aluminio, pan prescindible, cubito de desperdicios en la mesa, servilletas de servilletero de propaganda. tipismo puro y duro.

De positivo: ración de gambas plancha. viene como 2 docenas tamaño medio, algo de exceso de sal por fuera, muy buen punto de plancha, sabrosas y jugosas. había motivo para sentarse.

Una ración de concha fian, unas 9 piezas, salteadas en la plancha, grandes, poderosas de masticar.

Un plato de boquerones, tamaño pequeño, justo de rebozado y frito, sin aceite, para comer desde la cabeza a la cola. Bien.

Repetimos gambas pero esta vez, media ración. Confirmamos que lo mejor.

Sin cafés ni extras.