Las cosas bien hechas tienen su recompensa, un día cualquiera entre semana el local lleno y gente esperando a que se vaciaran mesas.
Gestionado por una familia originaria de la zona del Delta de l'Ebre ofrecen una variada carta de arroces así como pescado y marisco proveniente de las cercanas lonjas de l'Ametlla de Mar y de Sant Carles de la Ràpita.
El local está situado en la parte alta de Tarragona en el casco antiguo y muy cerca del Ayuntamiento y de la Catedral, es una zona donde la oferta gastronómica es amplia y variada con locales con distintas orientaciones, calidades y precios.
Al ser la zona turística de la ciudad por excelencia hay que asegurar la elección para no errar el tiro
El propietario además de ofrecer el menú diario y la carta, canta los platos que tiene fuera de la misma y en función de lo que ha conseguido en las lonjas. Es de agradecer que cuando ha cantado los cinco o seis platos al margen de la carta a continuación canta el precio de los mismos, lo que es de agradecer y que no suele suceder.
Los dos primeros platos que compartimos fueron recomendados por el propietario, unos mejillones al vapor de los llamados de roca, cultivados en St. Carles de la Ràpita y unos tacos de bacalao rebozado a la romana de excelente calidad y sabor.
Seguimos con un arroz a banda, ración generosa para poder repetir, cosa que no hicimos puesto que antes del arroz nos sirvieron los crustáceos el pescado y las patatas utilizadas para hacer el fondo para cocer el arroz. Estaban tan buenas las patatas..... y el pescado.....
Regamos la comida con un D.O. Penedés, Temps de flors cuyo nombre ya hace adivinar que se trata de un vino afrutado, afrutado pero no no dulce y empalagoso.
Una botella de agua, una caña de cerveza y dos cafés.
Servicio cercano y familiar