Por motivos de trabajo y desplazamiento acudo a este restaurante bastantes veces, siempre a cenar. En esta crítica resumo las impresiones de varias visitas. No es un restaurante "gastronómico", sino un local orientado más bien a comidas informales o al tapeo, aunque también tienen platos contundentes en carta.

Local normal en cuanto a decoración y separación entre mesas. Situado a las afueras de Santiago en una zona nueva. Creo que hay más locales de la misma propiedad y con el mismo concepto en Santiago. Dispone de una zona más orientada al picoteo y otra más tipo comedor. Manteles de papel y sillas poco cómodas.

Amplia selección de quesos gallegos, en buena ración y precio. Se puede optar por un queso específico entre 5 o 6 variedades o una tabla variada y abundante por 10 €. También embutidos, anchoas, lacón, pulpo y una amplia variedad de platos más bien orientados a compartir.

Entre los platos más contundentes destaco:

- Solomillo en salsa de cebollino: solomillo con una salsa muy rica, de mojar pan, si bien no le encuentro claramente el sabor a cebollino. Se sirve acompañado de unas patatas fritas de chuparse los dedos, caseras y ricas en sabor y fritura, factor a destacar en un local de estas características

- Bacalao con torta del casar: el queso se derrite y forma una costra sobre el bacalao, en una combinación muy rica. Se sirve junto a una montaña de ricas patatas cocidas.

Postres normalitos, sin encanto especial salvo el granizado de mojito.

En cuanto a vinos, dispone de una carta amplísima para un local de estas características, con unas 300 referencias (no se si realmente disponibles). Predominio de gallegos, pero con presencia de todas las zonas (p.e. tienen el Sequé). Más de 10 espumosos en carta. Posibilidad de vino por copas en unas 10 referencias. El servicio de vino se limita al descorche y los precios son muy razonables. Lo puntúo alto por la amplitud de carta y posibilidad de vino por copas.

Tienen también variedad de cervezas, a destacar la Estrella Red Vintage, una delicia de cerveza. Entra de maravilla, pero hay que tener cuidado porque tiene 8º que no se notan para nada en boca.

En resumen, un buen lugar en la zona para tapear o para una comida informal, sin pretensiones, pero muy bueno en su nivel

El precio es lo que estimo que costaría comer o cenar con una entrada de queso y un segundo contundente, sin bebidas. Las raciones son abundantes y la RCP muy buena, cosa general en los restaurantes de Galicia

PD. Sirva mi primer comentario de un restaurante de Santiago para mandar un abrazo a todos lo santiagueses y gallegos en general. Sois la gente más amable y acogedora que he conocido