Terminé mis tareas antes de tiempo y tenía suficiente tiempo para acercarme hasta la Playa de Trestraou para tomar algo antes de coger el avión de vuelta. Recordaba un consejo del amigo jeronimo acerca de los crêpes que se comen por aquí. Así es que esta era la última oportunidad y no quería perdérmela. Elegí este local entre otros muchos a lo largo de la playa porque me pareció más animado que el resto. Además es un local que lleva más de 25 años abierto.

Tiene tres espacios realmente: Interior, terraza cerrada y varias mesas en la calle. Elegí la terraza cerrada servida por una joven simpática y eficiente.

Local tipo creperie que ofrece un amplio surtido de crêpes tanto dulces como salados, que según reza la carta son caseros, además de productos del mar (ostras, mejillones y gambas principalmente) y algún que otro tartar de ternera o de pescado. Por último, también tienen una amplia oferta de pizzas.

Venia a comer solo un crêpe pero al final me animé por:

- Moules de Bouchot mariniers: Me presentaron una cacerola con 850gr de mejillones cocidos con vino blanco, cebollas, ajo y perejil. De pequeño tamaño pero muy frescos y ricos. Vamos, una panzada de moluscos. Lo que más me llamó la atención fue que me pusieron un plato de patatas fritas de buen calibre que, dicho sea de paso, son de las mejores que me he comido en los últimos años (sin grasa, crujientes por fuera y tiernas por dentro).

- Galette de blé noir Campagnarde: Magnífica variedad de crêpe típico bretón hecho con harina de trigo sarraceno (galette) en vez de trigo candeal. Llevaba un huevo hecho a la plancha, rodajas de andouille de Guéméné (un embutido también típico de la zona hecho con los intestinos y/o estómago del cerdo) y queso Emmental. La verdad es que es la segunda vez que me como un crêpe, pero este me supo a gloria. Riquísimo, todo hay que decirlo.

Lástima que no me quedó un hueco para comer unos de sus crêpes flambeados, pero queda pendiente para la próxima ocasión. Tenían muy buena pinta.

No puedo opinar del tema vinos porque me tiré en plancha a por una excelente sidra bretona biológica Le p´tit Dausset Brut elaborada por un tal Gilles Barbé(5%) (malos consejos de otro amigo: jacomur). En vez de copas, me propusieron tomármela en una especie de cuenco de cerámica.

Precio total: 30.20€ (incluido servicio y botella de sidra a 12€)

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con servicio incluido y sin bebidas.